Robie Draco Rosa ha tenido una vida como una montaña rusa. Conoció la fama cuando estuvo en el grupo juvenil Menudo, pero después decidió abrir sus propias alas, volar en solitario, y convertirse en uno de los artistas más reconocidos.
“He sido muy afortunado y bendecido por poder hacer música; le tengo un respeto enorme a hacer un taller y crear lo artesanal detrás de la música”, refiere el productor, músico, cantante, compositor, multi-instrumentista, poeta, pintor, bailarín, escritor y empresario, quien visitó la Basílica de Guadalupe para agradecer por su salud y su talento.
Robi recuerda la invitación que le hizo el entonces mánager de Ricky Martin a fines de los 90 para escribir canciones y producirle el disco “Vuelve”. “Yo era compositor, porque estaba haciendo mis propias cosas, pero no era productor. Él me dijo: ‘tú sí puedes’, y este álbum (‘Vuelve’) hoy es un clásico con varios hits, ‘Livin’ la vida loca’, ‘She bangs’ y por ahí nos fuimos”.
“No hay en mí el toque Midas, lo que hay es amor y un deseo de trabajar. De vez en cuando te sale una buena o dos y a veces tres, pero la realidad es que las composiciones son 600 u 800 para tener dos o tres joyas”, revela el artista y productor, originario de Long Island, Nueva York.
En abril de 2011, a Draco Rosa le diagnosticaron un cáncer cerca de su hígado que casi le arrebata la vida. Se sometió a un tratamiento alternativo en Houston y luego a otro tradicional en Santa Mónica. Esto mantuvo a Draco fuera del escenario musical durante casi un año hasta su regreso en marzo de 2012, cuando retomó lo que ama: grabar discos.
Y tras este proceso surgió Vida, que incluye colaboraciones de sus amigos: Ricky Martin, Juan Luis Guerra, Shakira, Maná y Enrique Bunbury, entre otros.
“En este disco me encontré con un grupo de artistas contemporáneos a quienes llamé y todos me dijeron: ¡Vamos!, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¡sugiéreme un tema! y así todos se fueron apuntando”.
Draco Rosa estaba en una etapa de enfermedad en la que su salud no garantizaba que fuera a terminar el disco; de hecho, hizo una pausa.
“Todo sobreviviente de cáncer cuenta lo mismo, todos sentimos un renacer; te cambia la vida por completo. Ahora me duermo y despierto con una sonrisa”, dice Draco optimista y ese positivismo no lo sentía desde su infancia.
“Ahora puedo correr, caminar, compartir un buen café o una cerveza fría con mis amigos, de eso se trata la vida”, comentó el compositor.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *