La imagen central en “Mud”, la absorbente y hábil tercera película del director Jeff Nichols, es un bote en un árbol. Es el tipo de fenómeno -un capricho de la naturaleza que es absurdo y maravilloso a la vez- diseñado para encantar a los niños aventureros como Ellis (Tye Sheridan) y Neckbone (Jacob Lofland), dos niños de Arkansas quienes descubren dicho bote en una descuidada isla en el río Mississippi. Estos muchachos también descubren a un tipo que asegura le pertenece, o al menos habita, la embarcación, un correoso hombre solitario que responde al nombre Mud.
Mud es interpretado por Matthew McConaughey en la última de una serie de sorprendentes, intensas y en ocasiones muy simpáticas actuaciones que siguieron su escape de las comedias románticas comerciales. “Magic Mike”, “The Paperboy” y “Bernie” son todas películas muy diferentes (y diferentemente imperfectas), pero en todas ellas y en “Mud”, McConaughey comanda la atención con un distintivo carácter sureño: apuesto pero descuidado, encantador pero siniestro, su confianza en sí mismo enmascarando una historia de mala suerte y problemas.
Ellis y Neckbone le tienen cierto miedo a Mud, pero Ellis en particular se siente inmediatamente atraído hacía él, tomando sus disparatadas historias como tesoros y adoptando al hombre como una causa y como un padre adoptivo. Cabe mencionar que el padre biológico de Ellis es un pescador frustrado que batalla con malos tiempos y con un matrimonio fallido.
Mud con solamente una pistola y una camiseta de la suerte como protección, se está escondiendo en la isla porque unos hombres malos lo están buscando y porque está esperando a escapar con el amor de su vida, una dama llamada Juniper (Reese Witherspoon). Él necesita ayuda para adquirir comida y para entregar mensajes a Juniper, y sus dos nuevos amigos están más que dispuestos a ayudarle -Ellis por haber encontrado un alma romántica y afín a la suya, Neckbone porque está haciendo un pacto por la pistola y de pasada planea divertirse en la negociación-.
Parte de lo maravilloso y un poco decepcionante de la historia es que mucho de lo que dice Mud termina haciéndose realidad. Juniper llega a un pueblo cercano, y así lo hace también una flota de Cadillacs negros llenos de hombres con aspecto temible comandados por el gran Joe Don Baker. Aún sin esta intriga, Ellis tiene los problemas comunes de un niño que se convierte en hombre: la tensión entre sus padres; su enamoramiento de una chica llamada May Pearl; y problemas potenciales con su compinche Neckbone, quien vive en una casa rodante con su tío voluntarioso, Galen (Michael Shannon).
El guión del señor Nichols tiene tal vez un poco de trama de más, especialmente cuando se acerca al final, cuando todo se entreteje de forma limpia y ruidosa, pero Nichols lo compensa con un ritmo y un desarrollo muy elegante, tiene un ojo nato para la belleza natural y un seguro sentido del carácter y del lugar. Aquello que pudo haber sido una pieza de miseria regionalista plagada de estereotipos lo convierte en una espectacular película con suspenso y carcajadas.
Mucho de esto viene de Neckbone, quien sirve el papel del compinche cómico de Ellis, un tipo cínico y pragmático al lado de su amigo soñador. Ambos chicos, cuyos rostros registran sus contrastantes temperamentos, han sido guiados hacia unas actuaciones excepcionalmente sutiles. Los adultos también hacen lo suyo en la actuación.
El director, un nativo de Arkansas cuyas películas anteriores, “Historias de Escopeta” y “Toma Refugio”, está muy al tanto de que la vida en Mississippi, tanto hoy como en los libros de Mark Twain, es caracterizada por un humor bullicioso así como por el sufrimiento y el estoicismo.
Aunque la desesperación de Mud eventualmente se empieza a mostrar, su valor nunca lo abandona. Tampoco la película, incluso conforme se inclina hacia un desordenado clímax, pierde su confianza en que una buena historia no es sólo acerca de ciertas locuras que se dan, sino también acerca de la voz que las cuenta. Y la voz de Nichols es una presencia distintiva y bienvenida en el mundo del cine americano.
Traducción: Ernesto Gómez
Se esconde “Mud” en isla de ensueño
Protagonizada por Matthew McConaughey, esta historia está convertida en una espectacular película con suspenso y carcajadas, dirigida por Jeff Nichols