Sarah Hoch, la directora ejecutiva del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), concedió una entrevista a AM sobre algunos aspectos de su vida, así como del evento cinematográfico que se realizará del 19 al 28 de julio en San Miguel de Allende y Guanajuato.
¿Alguna anécdota acerca del GIFF?
Vivo ese momento en que no recuerdo ninguna y me voy y recuerdo 20 (risas); han venido grandes cineastas y recuerdo cuando vino Oliver Stone que fue el primer grande que tuvimos, cuando llegó me dijo: -¿Yo no sé qué hago aquí? ¿Cómo me convenciste a venir a un festival de cortometraje al centro de México?-, y dije: Hay una razón, vienes a compartir, a ayudar a estos jóvenes a conocer tu cine e inspirarlos. Al final me dijo: -“Ya sé por qué tenía que venir, se me había olvidado por qué entré al cine y en los ojos de todos estos jóvenes, recordé y me vi a mí hace algunos años y me inyectaron de esa energía, ese arte y necesidad, me borró la amargura, las malas experiencias de Hollywood a recargar pilas y recordarme quién soy como cineasta-”.
¿Tienes tiempo para ver el cine que te gusta?
Veo mucho cine, como 4 mil películas al año, para ir al cine es una de las bromas en mi casa, mi esposo Ernesto me dice: -¿Vamos al cine?- Y yo ¡ahhh! ¡No, quiero descansar!, su idea de él es vamos al cine a descansar, me cuesta trabajo ir al cine, si es una película que quiero ver y no la vi en un festival voy. Me gusta el cine de época, pero me hacen mucha burla en el ámbito cinematográfico, me gusta el documental. ‘Chutarme’ una película de acción, no. Cuando voy en plan de programa el festival veo horas y horas de película y disfruto.
¿Cuál fue la última película que viste?
Los últimas dos mil películas que vi las he visto en las plasmas de mi casa, en mi oficina y son películas que están en competencia, no recuerdo qué fue lo último que vi… Traigo en mi cabeza toda la programación.
¿Alguna vez pasó por tu mente ‘tirar la toalla’?
Un proyecto exitoso tiene muchos enemigos y a veces siento que tengo que estar protegiéndolo todo el tiempo, a mi equipo, que es una lástima porque siento que es un festival honesto, que no cobra, que no tiene ingreso, no es un negocio. Sí hay que negociar fondos, hay altas y bajas, y es complicado, hay momentos que digo: No sé si vale la pena hacer algo que lleva tantas horas de tu vida, que todos los meses del año. Ya son 15 años, es una actividad que realizamos como familia que Ernesto y yo lo fundamos juntos y con una regla: ‘En la casa no vamos a hablar del festival’, ni en la cama, pero nos dimos por vencidos (risas); un día pasa algo como que un chavo te da las gracias, por ayudarlos.
Hablando de jóvenes, por primera vez hay un equipo extranjero en el Rally Universitario, ¿qué significa?
Fue un gran esfuerzo y orgullo que las historias lleguen, el equipo de Colombia viene fuerte y los mexicanos se tendrán que poner las pilas. Nos dimos a la tarea de buscar a colombianos aquí y vienen con ‘Malas noticias’, un nombre que causó expectativa porque en Twitter ponía #GIFFMalasNoticias.
¿Cuál fue el principal reto que te trajo el cambio de Expresión en Corto a GIFF?
Sólo había la producción de cortometraje, en los 90’s fue un año difícil económicamente, el largometraje se había muerto en su producción. Empezamos con un Festival de Cortos porque era lo que se estaba produciendo, con una plataforma un poco en contra de cómo se hacía cine, soñábamos con una plataforma en donde quien quería contar su historia podía, que México no es DF, que es diverso y culturas al Sur, Norte. Fuimos el primer -festival- en permitir cualquier formato, en aceptar video que ahora conocemos como digital: ¡Esto no es cine!, nos decían. Los grandes festivales eran muy selectos, con señores muy grandes hablando de la crítica del cine, que tiene su lugar, pero el público no podía ser parte de las charlas, el cine y la discusión y eso era lo que queríamos acercar.
Este año con Danny Boyle y Darren Aronofsky, ¿qué reto tiene el GIFF?
Cada año es más difícil, no tenemos ‘chelas’ para todos (risas), sí llegas, sí tienes lugar, vas a ver cine, a bailar, vas a sentir lo que es un festival de cine de poder compartir con figuras como lo fue Tim Burton quien se paseó por los panteones, como Oliver Stone, como Peterway que se inspiró aquí.
¿Cómo fue el año sin la sede de San Miguel?
No hubo mucho golpe político por no hacerlo, nos recortaron presupuesto, pensamos en dónde hacerlo y decidimos en Guanajuato, que tiene todos los teatros, posibilidades y que el festival no sufriera por contenidos y San Miguel no lo era, San Miguel sigue con esa carencia de infraestructura siendo una de las ciudades culturales más importantes del País y autonombrado el “Centro de las Artes” sin estos espacios, centros, los grandes están, pero para un festival de cine necesitábamos espacios competitivos y ahí era complicado.
¿Qué le gusta hacer en un día común a Sarah?
Soy muy hogareña, no parece, pero cuando estoy en mi casa me gusta mucho cocinar, cocino de todo, lo tradicional americano y mexicano… Leer, estar con mi familia y no salgo, no salgo a fiestas, estoy tratando de corregir eso (risas), tener tiempos de paz, silencio, estar en el jardín. Disfruto mucho viajar, es muy rico poder hacerlo de esa forma, invitados por gobiernos y festivales con la posibilidad de ser guiada. Soy muy tranquila, nada pachanguera.
¿Recuerdas la primera película que viste?
Cuando yo era niña no había VHS ni nada, mi mamá cuando estábamos en Estados Unidos, era la presidenta de la Biblioteca Pública y nos traía proyectores y en el sótano de mi casa veíamos muchas películas, documentales, Disney tenía todas las películas y había una “Chiri Chiri Bang, Bang” que era un coche que volaba y estaba enamorada del sombrero de la mujer y su pelo rubio que volaba, era de los 70’s y veía esa película una y otra vez, pero ahí era donde los sábados íbamos al matiné. En México hacíamos lo mismo, íbamos al matiné en San Miguel de Allende, íbamos al Cine Aldama que estaba lleno de pulgas, ¡era horrible!, pero ahí estábamos comiendo palomitas rancias y veíamos muchas películas policíacas, tex-mex, de repente llegaba alguna de Disney.
¿Con alguna película lloraste?
Yo lloro en todo, en comerciales, Teletón, todas las películas lloro, me conmueven mucho las películas.
¿Publicarías un libro?
No creo, sí me gusta escribir, quien escribe maravillosamente es Ernesto, me ayuda mucho a expresarme en español, podremos crear algo juntos. Quiero pintar, tuve una juventud de hacerlo, quiero regresar a la música, toco varios instrumentos, estoy buscando un piano, quiero retomarlo y meterme más a la música que la dejé hace varios años… tengo inquietud en producir largometrajes. Me puedo ver viejita haciéndolo, toco flauta, piano y batería. De joven dirigí la sinfónica de mi prepa, la banda de mi prepa.
¿Qué futuro ves al GIFF?
Le veo un gran futuro al festival, veo la necesidad de mantenerlo joven, meter gente joven, que va a llegar el tiempo que Ernesto y yo tendremos que salir, alejarnos un tiempo. Contenta de que sea una asociación civil, sólido, económicamente firme, puede sostenerse… todavía no estoy vieja, pero sí estamos en una edad donde pensamos cómo vamos a planear esta salida, cómo nos vamos a alejar. Sí hay planes acerca del festival que a futuro anunciaremos.
¿Qué opinas sobre tus homenajeados Danny Boyle y Darren Aronofsky?
“Empezamos a escribirles, hablarles del festival… les pedimos que se sumen a una plataforma para nuevos valores, que es su karma, para compartir todo lo que saben, su inspiración, arte, lo que ellos sienten, lo que les inspira para hacer cine… Su charla va a estar riquísima, los dos son muy buenos oradores.
¿Y sobre el talento guanajuatense Amat Escalante?
“Ganó Mejor Director en -el Festival de- Cannes, es el reconocimiento más importante en el cine, es un gran orgullo para México, más para Guanajuato… Amat quería que se presentará ‘Heli’ en Guanajuato. En mi opinión es la mejor película de Amat, estuve en Cannes para verla y fue un orgullo para los 300 mexicanos que estábamos inflados de la emoción.