Kate Moss adora a su bull terrier Archie, pero a su regreso de unas vacaciones se encontró con una escena que la aterrorizó: las alfombras de su casa, destrozadas. Obviamente supo que había un problema y decidió enviar a su can a una escuela de obediencia para que le enseñaran buenos modales.
“La empleada de Kate le dijo que Archie había estado mordisqueando las alfombras, que se había intentado escapar de la casa y que estuvo muy decaído durante su ausencia, que incluso había dejado de comer. Se ha tomado la ausencia de su familia muy mal”, dijo un amigo de la modelo al Daily Mirror.
Entre los consejos que le dio el entrenador de perros está que si sale de vacaciones y lo deja en casa, quien esté a su cargo debe sacarlo a pasear diariamente.

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