El hombre de smoking azul llegó, irrumpió en el escenario y poco a poco se desprendió de sus ropas… El Monaghan Music Venue se convirtió el pasado viernes por la noche en el reino de su ‘majestad imperial’: Silverio.
El ¡Wepa, wepa, wepa! fue suficiente para que sus ‘subditos’ llamados por él: “aborígenes”, respondieran con señas ‘cariñosas’; el show comenzó después de las 12:30 de la noche con dos Dj’s: El “Migraña y Tocaio”, quienes por una hora entretuvieron el hambre musical de las más de 200 personas que se aglutinaron en el bar.
Entre el calor de la cerveza, las bebidas energéticas y demás combinaciones de la barra, los chiflidos de salida se escucharon, eran la 1:07 de la madrugada cuando el hombre regordete, de cabello mal cortado y pasos extraños subió a controlar su consola.
“Directamente desde Chilpancingo, Guerrero, ¡arre mis aborígenes!,”, así comenzó la noche.
Con algunas fallas en el sonido, Silverio no se dejó intimidar y en cambio ofreció show a sus seguidores, un extraño baile que simulaba el cortejo de un gallo a una gallina.
“¡Sonido culer…!, pero yepa, yepa, yepa”, exclamó el músico, ex integrante del grupo Ti-Tan.
El controversial Silverio tenía poco de haber visitado la ciudad, renovado y con tres sencillos nuevos, volvió para mostrar de lo que está hecho y provocar los escupitajos, las mentadas, el slam y muchas groserías.
“¡Quiero que me insultes!, ¡estás bien pinc…. Gordo!, ¡put…put…!!”, fueron algunas de las reacciones de los chavos; él sólo contestó: ¡Put… los de Molotov, aquí está tu padre hijo!.
Se escuchó “XXX” una de las rolas que más energía provocó, y con la que comenzó el striptease… ¡fuera camisa! algunos siguieron el llamado y para antes de las 2 de la madrugada se veían cuerpos semidesnudos.
“¡Ya encuérate cab…!”, fue el imperativo de otros.
Silverio tomó de sus bebidas, las que igual escupió a su público, se dejó bañar en cerveza y continuó con “Silveria” una creativa combinación musical.
“Pura música moderna para gente pend…”, exclamó y continuó con “Hagámoslo”, otra que evocó el slam, la repartición de cerveza al aire y empujones.
El “Pulgoso Mix” y el “Baile del Gorila” antecedieron a sus extrañas conductas: se lamió las axilas, golpeó contra el piso el micrófono (el que le falló en múltiples ocasiones), se subió a la consola, se quitó la ropa, lanzó golpes con un cinturón, mostró algunas partes íntimas y siguió escupiendo al público con el remate del: ¡cállate, hijo mío, pagaste por ver este cuerpo!.
“Perro”, “El Dedo suizo” y “El Iluminado” fueron el sello de la madrugada, el público agradeció a Silverio la noche de adrenalina, de insultos y sobre todo mucho sudor acompañado del baile real de su majestad imperial.
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El extrovertido Silverio, que visita continuamente la ciudad, ofreció en el Monaghan Music Venue un show desfachatado a más de 200 personas.