Selena Gomez comparte pantalla con Ethan Hawke en su última película “Getaway”, en la que los dos pasan gran parte del tiempo dentro de un vehículo.
El original planteamiento de esta cinta ofrece a la exniña Disney la oportunidad de contar cómo llegó a temer por su vida la primera vez que su compañero se puso al volante.
“Estaba aterrada cuando Ethan se puso a conducir el primer día de ensayos. Estaba en el coche con él y no dejaba de hacer locuras al volante, ¡a derrapar en círculos y todo! Y en esos momentos pensé: ‘Dios mío, todavía no hemos empezado a rodar la película y voy a morir’.
“La situación no mejoró en absoluto cuando me dijo: ‘Ah, por cierto, nunca había hecho algo así’. Por lo menos sabía conducir, en realidad solo quería asustarme un poco y en el fondo fue divertido”, explicó la joven intérprete a la revista OK!
Selena no obtuvo su permiso de conducir hasta tiempo después de tener su primer coche, una circunstancia que responde al respeto que siempre le han producido los automóviles.
“Tuve mi primer coche, un Ford Escape, a los 16 años pero todavía no tenía mi carné de conducir por entonces. Así que el coche estuvo ahí dos años, sin que nadie lo tocara. Conseguí el permiso a los 18 años y desde entonces lo utilizo todo el rato. He llevado ese coche desde hace siglos, pero mi habilidad al volante no ha mejorado demasiado. No soy especialmente habilidosa conduciendo, y por eso lo hago lentamente y con todos los sentidos puestos en la carretera. Sobre todo cuando conduzco por Los Ángeles, que es una ciudad llena de suicidas al volante. Ahora tengo un BMW, el primer coche elegante que he tenido en toda mi vida. Recuerdo que los primeros a los que di una vuelta con él fueron mis abuelos”, recordó.

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