Charlie Sheen tiene una imagen de “chico malo”, gracias a que ha estado envuelto en escándalos de drogas, alcohol, violencia doméstica y prostitutas.
Sin embargo, el actor revela otra faceta, la del altruismo, durante la promoción en LA de su serie “Anger Management”, tan exitosa en 2012 que FX hizo algo sin precedentes: pedir 90 episodios más.
“La carga de trabajo es tan grande que me mantiene alejado de los bares. Y si llego a ir a un bar, traigo el libreto en la mano y estoy enfocado en aprenderme los diálogos”, explica en entrevista Sheen, quien trae una mano vendada.
Esto último, comenta, se debe a que se lastimó al ir a pescar marlín en México, un país que le encanta.
Le gusta tanto, que por eso abrió en el hotel boutique El Ganzo, en Los Cabos el Epic Bar, aunque Charlie prefiere llamarlo “Sheenz”.
“La idea de tenerlo me la dio mi amigo Pablo Sánchez Navarro, cuya familia estuvo al frente de la cervecería que hace Corona. Me dijo que en un hotel fabuloso podría haber un bar como al que hubieran ido (los escritores Ernest) Hemingway o (Hunter S.) Thompson. Le agregaríamos un poco de estilo Sheen a esto para armar la combinación perfecta.
“Le dije que me animaba, siempre y cuando ni un solo dólar saliera de México. El hotel le da dinero a alguna institución de beneficencia cada mes, y pedí que todas las ganancias de ‘Sheenz’ se donaran también a los niños o a quien las necesite. No puedes ir a México y llevarte su dinero; no estaría bien. ¡Amo a México!”, señala.
Este gesto generoso contrasta con su imagen de “chico malo” que los medios le han creado. Él se apresura a señalar que la prensa no le molesta en absoluto.
“Si eres actor, no te puedes quejar de que te sigan y te fotografíen, pues es un estilo de vida que elegiste. A los que dicen: ‘Ay, Dios, no puedo ni salir de mi casa’, yo les respondo: ‘Pues vete a la chin… y enciérrate en tu casa; nadie te apuntó con una pistola y te obligó a salir en una película y volverte famoso”, dice.
A diferencia de otras estrellas, Charlie confiesa que le agrada que su profesión le permita pasarla bien.
“La industria a veces me aplaude y a veces me critica, pero siento que le gusta que yo exista porque hago que las cosas se vuelvan un poco más interesantes.
“Si soy sincero y digo que me la estoy pasando increíble, ¿qué tiene de malo? No hago que los demás se sientan menos ni nada por el estilo, sólo marcho a un compás ligeramente distinto, a uno que no todos pueden oír”, comenta.
Sheen agrega que le entusiasma conocer gente, a los fans, saludarlos de mano y hacerlos sonreír.
“No todo en la vida son las fiestas y el trabajo. También me interesa ser un buen padre, amigo, hijo y hermano.
Respecto a sus planes a futuro, el actor confiesa que desea hacer una gran película.
“En cuanto a comedias de situaciones, ‘Anger Management’ es la última que voy a hacer. Y aunque falte mucho tiempo, voy avisando que me retiraré del medio con algo dramático, no cómico. Con una gran película”.
¡Termina la prepa!
Las locuras de Charlie Sheen no evitan que también se preocupe por cuestiones más serias. Con orgullo, platica que este año logró completar sus estudios de preparatoria.
Para graduarse, el sistema educativo estadounidense le pedía juntar 200 puntos, que se conseguían al cursar distintas asignaturas, y sólo le faltaban 1.5. Aunque era poco, dejó inconcluso este pendiente por décadas hasta que por fin se decidió.
“Hasta planeaba ir a la ceremonia de graduación, pero no pude, pues ese día hubo una balacera que lo impidió”, recuerda.