Kim Kardashian y Kanye West aparecieron en escena para la Semana de la Moda en París, evento al que acuden cada año. Y aunque muchos medios esperaban que estuvieran acompañados por North, la pequeña se quedó en Los Ángeles, cosa que entristeció a los papás primerizos.
Es el primer evento social para el que la socialité se ha preparado después de pasar unos meses en casa por el nacimiento de su bebé. Y es que en semanas anteriores Kim, a pocos meses de dar a luz, decidió dejar atrás la ropa entallada y optar por blusas holgadas y la comodidad de los jeans.
Pero en París, ella y su novio acudieron a la pasarela de Givenchy donde lució una falda recta a la cintura con una blusa negra traslúcida en el escote.

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