A dos años de arrancar la gira homónima de su último disco “Pecados y milagros”, y en pleno mes de los festejos de Tlaxiaco, su lugar de nacimiento en Oaxaca, Lila Downs pisó de nuevo la tierra de su querido José Alfredo Jiménez.
A las 9 de la noche del pasado viernes, los casi dos mil asistentes al Domo de la Feria, gritaban, chiflaban y pataleaban: “Lila, Lila, Lila”.
Algunos tardaron mas de tres horas para entrar… pero nada se compara con lo que ha hecho el irapuatense David: “La he seguido por varias ciudades, la he visto en Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Tijuana, Salamanca, tengo mas de diez años escuchando su música”.
Tal vez ninguno de ellos sabían que a Lila la andaba molestando desde hace días una gripe…. pero seguro que sí han escuchado ese dicho que dice: “Para todo mal mezcal, para todo bien también”.
Y así fue como 25 minutos después, arrancó la recién nombrada por la revista Forbes como una de las cincuenta mujeres más poderosas de México: con un par de mezcales. Uno en forma de canción y otro con forma de botella.
Lila, quien viste un “corset-tehuana” y una falda blanca que deja lucir sus piernas, levanta a la altura de su cabeza adornada por dos grandes flores, una botella de mezcal elaborado en Santa Ana del Río Tlacolula, Oaxaca. Y a darle que es mole de olla: Lila da un trago de la botella para después gritar: “León Guanajuato” y los niños, jóvenes y adultos le responden de igual manera.
Y Lila siguió cantándole al “hermosísimo público de Guanajuato” uno a uno de sus ritmos, una a una de sus canciones, que como el mejor mole oaxaqueño, el mole negro, están formadas de muchos ingredientes: jazz, norteñas, boleros, hip-hop, ska, rancheras, pop, cumbias… si para cocinar el mole negro se ocupan mas de 35 elementos ¿por qué no igual el sonido de la Downs?
El cover del Buki “Tu cárcel”, “Naila”, “Los pollos”, “La cama de piedra”, “Para todo el año”, “Fallaste corazón” fueron entonados por Lila, y entre canción y canción, se pone, se quita o cambia el modelo de su rebozo: el blanco por el rosa, el rosa por el blanco con flores y éste por el color crema con plumas.
El público bailó con “Zapata se queda” y la “Cumbia del Mole”, para despedirse después con “Cucurrucucú paloma” y “Cruz de olvido”.
Ante los gritos de “otra otra otra” Lila regresa al escenario, pero esta vez acompañada de una pareja de jóvenes: Alondra y Miguel Ángel. Ella los abraza. Miguel Ángel le propone matrimonio a Alondra. Ella acepta.
“Fue algo que no tenia planeado, simplemente se me ocurrió hacerlo aquí” dijo Miguel Ángel. “Lila Downs es muy sencilla, es una finísima persona” comentó Alondra.
Lila cantó dos canciones más antes de despedirse de nuevo: “Un poco más” y “La tacha”.
“Gracias León” dice Lila Downs y el público le responde de nuevo “Otra otra otra otra”.
“Yo ya me voy porque los años pasan, pero viene en lugar mío una señora llamada Lila Downs” dijo la gran Chavela Vargas. “Usted no se va, siempre estará con nosotros”, respondió Lila un octubre hace siete años…
Y siete años después, también en octubre, ante los gritos del público leonés, Lila Downs regresa para cantar, para cantarnos, para cantarle a Chavela su canción: “Paloma Negra”.

¡Le regalan botas!
Mientras Lila Downs entonaba sus “Pecados y Milagros”, una admiradora se acercó a ella para regalar un par de botas.

“Hace días le había prometido algo diferente. Las botas fueron hechas en San Francisco del Rincón y tienen bordado su nombre” comento Karla Vargas.

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