Un hotel en Nueva Zelanda condicionó la estancia de Justin Bieber a cambio de que el cantante se comprometiera, a través de un contrato, a no causar disturbios ni protagonizar escándalos.
El equipo del canadiense firmó un contrato en el que se les obligaba a hacer que la estrella mantuviera una buena conducta durante su permanencia en el Langham Hotel, en Auckland.
“Justin sería echado si no seguía las reglas. A ellos no les importa quién es él. Su equipo de management tuvo que firmar el contrato, que incluía una larga lista de demandas, como evitar que realizara fiestas y molestara a otros huéspedes”, dijo una fuente anónima al diario Daily Star.
La inminente llegada de Bieber puso nervioso al personal del hotel, debido a los inconvenientes ocurridos durante la estancia del cantante en un hotel en Brasil, donde supuestamente intentó ingresar con un grupo de prostitutas tras visitar un burdel.
El intérprete de “Beauty and a Beat” se vio forzado a aceptar las condiciones del hotel, luego que su equipo no pudo encontrar otro inmueble que reuniera las condiciones de seguridad que el ídolo requiere.
“No hay muchos hoteles en los que él se pudiera quedar que reúnan las condiciones de seguridad necesarias. Por eso realmente tuvieron que firmar. (El Langham Hotel) Es un lugar altamente respetado y la llegada de Justin era temida por algunos”, dijo la fuente.
Tras sus conciertos en la Capital mexicana, Justin Bieber llevó su Believe Tour a Auckland el pasado 23 de noviembre, para luego viajar a Australia, donde ofrecerá los últimos shows de la gira, del 26 de noviembre hasta el 8 de diciembre.

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