Son Daft Punk robots con suerte

A ritmo de dance y rap bailaron todos en los Premios Grammy, anoche, en el Staples Center.
Y es que esos géneros se repartieron la máxima gloria musical, con cuatro gramófonos dorados cada uno, gracias a Daft Punk, Pharrell Williams y la dupla formada por Macklemore y Ryan Lewis, si bien el grupo francés se llevó categorías estelares.
A diferencia de cualquier otro ganador, ninguno de los dos “robots” de Daft Punk, triunfadores en Grabación y Álbum del Año, pronunció palabra, pues no suelen hablar.
“Supongo que hablo en nombre de estos robots, que hacen música espectacular… Gracias… esto es una locura”, señaló Pharrell al término de la 56 Entrega de los Premios Grammy.
Macklemore y Ryan Lewis, ganadores como Mejor Nuevo Artista, celebraron las uniones amorosas de todo tipo con su canción-himno “Same Love”, casi al final del espectáculo.
A media interpretación, Madonna se sumó a ellos con “Open Your Heart” mientras Queen Latifah oficiaba un acto matrimonial oficial con 34 parejas, heterosexuales y homosexuales. Intercambiaron anillos, lloraron, se abrazaron y se besaron.
Mientras que los esposos Beyoncé y Jay Z abrieron la fiesta musical en vivo, con el rítmico y sensual tema “Drunk in Love”, quienes lo cerraron fueron Nine Inch Nails y Queens of the Stone Age junto a Dave Grohl (Foo Fighters), con la potencia de “Copy of A” y “My God is the Sun”.
Y para no dejar de impactar, cuando Pink cantó “Try” lo hizo con un número acrobático que captó la atención de todos en el abarrotado recinto angelino.
Luego, la intérprete pisó el escenario para unirse a Nate Ruess (de Fun.) al micrófono y cantar “Just Give Me A Reason”.
En la celebración a la excelencia de la música grabada se dio un histórico y memorable momento al reunir a los Beatles sobrevivientes, Paul McCartney y Ringo Starr, para brindar una rítmica “Queenie Eye”.
Además, el brillo cinematográfico se dio con los presentadores Julia Roberts, Jeremy Renner y Jamie Foxx.
El género que más ventas genera en Estados Unidos después del pop, el country, dio una vuelta de tuerca a lo que parecía anunciado en la categoría de Mejor Álbum Country: la debutante Kacey Musgraves se impuso a los dos favoritos de la noche, Taylor Swift y Blake Shelton.
Curiosamente, Robin Thicke, quien fue un suceso con su tema “Blurred Lines”, se marchó en blanco, al igual que Swift.
Paul McCartney, Jay Z y Justin Timberlake ganaron dos galardones cada uno, y entre los que obtuvieron uno destacan Rihanna, Led Zeppelin, Adele, Alicia Keys y Michael Bublé.
Ningún mexicano triunfó en la cita, donde Draco Rosa obtuvo el Grammy por Álbum Pop Latino.
Lo que no se vio
-Ringo Starr casi “regaña” a los Daft Punk por no hablar. Les sugirió que aprendieran a hablar aunque sea con señas, que se comunicaran en alguna forma.
-Paul McCartney le dijo a Katy Perry que su hija Beatrice, de 11 años, la admira y le encanta “Roar”. Katy los invitó al show de ella al que gusten ir.
-Taylor Swift se acercó a pedirle una foto a Julia Roberts, y la actriz le contó luego que su hija Hazel Patricia tiene todos sus videos y le encantan sus coreografías.
-Los integrantes de Metallica sólo se pusieron traje para la alfombra roja y para una entrevista en TV; de inmediato se cambiaron a sus “garritas”.
-Sarah Hyland, de la serie Modern Family, intercambió teléfonos y correos con Ariana Grande y quedaron en verse un fin de semana para salir.
-Los actores Steve Martin y Billy Crystal estuvieron bastante tiempo conversando durante la ceremonia, en la parte trasera del escenario. Salieron a saludar a amigos y volvieron al chisme.
-Sarah Hyland, de la serie Modern Family, intercambió teléfonos y correos con Ariana Grande y quedaron en verse un fin de semana para salir.
-Keith Urban dijo que su esposa, Nicole Kidman, no acudió a la entrega porque está filmando una película.
-A quien chulearon mucho, vestida de rojo y escotada, fue a Miranda Lambert, esposa de Blake Shelton, quien se mostró orgulloso de lo bien que se veía.
-Minutos antes de salir como presentador, Neil Patrick Harris decidió quitarse la corbata y salir con la camisa desabotonada.