El actor austriaco Maximilian Schell, que ganó un premio Oscar a comienzos de la década de 1960 como mejor actor por interpretar a un abogado en el drama “El juicio de Nuremberg”, falleció. Tenía 83 años.
Su representante, Patricia Baumbauer, informó el sábado que el actor murió en la madrugada en un hospital en Innsbruck después de una “enfermedad repentina”.
En el que fue apenas su segundo papel en Hollywood, el del abogado defensor Hans Rolfe en la cinta clásica de Stanley Kramer “El juicio de Nuremberg”, Schell obtuvo una amplia aclamación internacional. La apasionada pero fallida defensa de Schell de cuatro jueces nazis enjuiciados por sentenciar a muerte a víctimas inocentes le hizo ganar el premio de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas en 1961. Schell había interpretado antes a Rolfe en un episodio de 1959 del programa de televisión “Playhouse 90”.
A pesar de haber sido encasillado en varias películas sobre el nazismo, las actuaciones de Schell a mediados de la década de 1970 también le otorgaron una aclamación popular renovada. Obtuvo una nominación al Oscar como mejor actor por “The Man in the Glass Booth” y una como mejor actor de reparto por su actuación junto a Jane Fonda, Vanessa Redgrave y Jason Robards en “Julia”.
Josef Ostermayer, ministro del gabinete austriaco, describió a Schell como uno de los “actores más grandiosos en el mundo de habla alemana”, reportó la Agencia de Prensa de Austria.
Schell, hijo del dramaturgo suizo Hermann Ferdinand Schell y la actriz teatral austriaca Noe von Nordberg, nació en Viena el 8 de diciembre de 1930 y se crió en Suiza después de que su familia huyó tras la anexión de Austria por parte de Alemania.
Schell siguió los pasos de su hermana mayor María y de su hermano Carl, debutando en el escenario en 1952. Después apareció en varias películas alemanas antes de mudarse a Hollywood en 1958.
Para entonces, María Schell ya era una estrella cinematográfica internacional luego de que ganó el premio a mejor actriz en el festival de Cannes en 1954 por su actuación en “The Last Bridge”.
Maximilian Schell debutó en Hollywood en “The Young Lions”, de Edward Dmytryk, un drama de la Segunda Guerra Mundial protagonizado por Marlon Brando, Montgomery Clift y Dean Martin.
Schell trabajó posteriormente como productor, comenzando con una adaptación de “El Castillo” de Franz Kafka, y como director.
“First Love”, adaptación de la novela de Iván Turgenev — película que Schell escribió, produjo, dirigió y protagonizó-, fue nominada a un Oscar en la categoría de mejor cinta extranjera en 1970. “The Pedestrian”, otra película bajo la dirección y producción de Schell, recibió la misma nominación tres años después.
Quizá el filme más significativo de Schell como director fue su documental de 1984 sobre Marlene Dietrich, “Marlene”, nominado al Oscar como mejor documental. Dietrich permitió que se grabara su voz, pero no ser filmada, lo que obligó a Schell a echar mano de lo mejor de su talento para penetrar imágenes y revelar la realidad.
Schell también fue un pianista de concierto y director de orquesta altamente exitoso. Llegó a tocar para luminarias como Claudio Abbado y Leonard Bernstein, y con orquestas en Berlín y Viena.
En la década de 1990 Schell tuvo apariciones en algunas cintas, incluidas “The Freshman”, “Telling Lies in America” y “Deep Impact”. En 1992 recibió un Globo de Oro por su papel de reparto como Lenin junto a Robert Duvall en la miniserie “Stalin” de HBO en 1992.
En un documental titulado “My Sister Maria”, Schell plasma su cercana relación afectiva con su hermana, quien murió en 2005.

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