La modelo Betty Adewole, considerada por expertos en moda como la nueva Naomi Campbell, denunció actos de racismo en la pasada Semana de la Moda de Londres.
La joven de origen británico-nigeriano contó que tuvo que abandonar una audición cuando una diseñadora, cuyo nombre se reservó, dijo que no quería modelos de raza negra, según un artículo del diario The Sunday Times.
“Fue delante de mí y ni siquiera me miró a la cara”, dijo la modelo a la publicación.
Pero el caso de Adewole no es el único. Un ejecutivo de la industria de la moda que ha trabajado con grandes marcas, quien pidió permanecer en el anonimato, fue despedido de su puesto como director de casting tras haber pedido a un diseñador que contratara modelos de varias razas.
El año pasado, Naomi Campbell encabezó una campaña en favor de la diversidad en las pasarelas, que lanzó junto a Iman Bowie, esposa de David Bowie, y con la que envió una carta abierta a diseñadores como Calvin Klein, Victoria Beckham, Chanel, Armani y Marc Jacobs, en la que los exhortaba a contratar a modelos de raza negra.
“Los que controlan la industria mantienen que si incluyes un rostro negro en una revista, no venderá. Pero no hay pruebas que lo sostengan”, dijo entonces Campbell.
El British Fashion Council, organismo regulador de la moda en Gran Bretaña, llamó también a los diseñadores a mostrar mayor diversidad racial en sus eventos.
Marcas como Tom Ford y Burberry han sido de las pocas marcas que han respondido a las peticiones. Ésta última incluyó a nueve modelos no caucásicas en su reciente desfile en Londres, entre ellas Neelam Johal, la primera modelo hindú de la marca.