Gran conmoción ha causado en toda España el fallecimiento del guitarrista Paco de Lucía, acaecido en Cancún la madrugada de este martes, a consecuencia de un infarto.
Según fuentes familiares citadas por medios españoles, Paco de Lucía se había sentido mal después de haber estado jugando con sus nietos en una playa cercana a Tulum, donde tenía su casa adquirida hace años, en la que se retiraba a descansar cuando no estaba de gira.
La noticia del deceso quien se consideró el mejor guitarrista de flamenco de todos los tiempos, comenzó a ser difundida en España durante las primeras horas de la mañana de este miércoles, y ha provocado un aluvión de reacciones de sorpresa, admiración y pena.
“Genial como artista, humilde como persona y generoso como ser humano”, fueron algunos de los calificativos que destacaron la persona y el talento del músico español nacido en Algeciras el 21 de diciembre de 1947.
“El flamenco existía antes de Paco de Lucía, pero sin él no sería igual”, expresó conmovido su biógrafo, Juan José Téllez.
Tanto el Gobierno español e instituciones como los partidos políticos y la Casa Real española han lamentado la muerte del guitarrista flamenco.
Medalla de Oro de las Bellas Artes, Premio Príncipe de Asturias de las Artes y doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, entre una interminable lista de de reconocimientos y premios, Paco de Lucía fue no obstante un hombre pudoroso y sin presunción.
Paco de Lucía, según recuerda su biógrafo, era un hombre introvertido, de pocas palabras, que más bien hablaba a raudales con su guitarra y su música, entre la que destacan, por encima de todas las obras que editó desde que comenzara a hacerlo con 15 años, su disco Entre Dos Aguas, publicado en 1975, con el que hizo crecer el género flamenco a cotas universales.
“La guitarra como vehículo sirve para expresar cualquier tipo de música y cualquier tipo de emoción”, dijo en alguna ocasión Paco de Lucía, quien se declaraba no un músico, sino “un hombre que toca sus vivencias, lo que ha vivido y sus costumbres”.
Paco de Lucía se hizo guitarrista casi por accidente, ya que su padre no podía pagarle estudios de secundaria y le dijo que en cambio le enseñaría a tocar la guitarra para que al menos tuviera para comer.
“Su padre le enseñó a tocar la guitarra como último recurso para subsistir, porque ser un guitarrista flamenco cuando él era niño no auguraba un futuro muy halagüeño”, mencionó Téllez.
De esta forma, Paco de Lucía fue convirtiéndose en uno de los mejores guitarristas españoles, hasta que su nombre se hizo indisociable del género por el que apostó y que renovó definitivamente: el flamenco.
“Hoy no se entiende el flamenco sin Paco de Lucía, e incluso podemos decir que la evolución del flamenco contemporáneo ha ido de la mano de él, porque fue uno de los primeros en sacar los pies del plato, como dicen los expertos, pero desde el más profundo respeto del cante y del toque, como ocurrió con su compadre Camarón de la Isla, con quien compartió discos y escenarios”, dijo el musicólogo Manuel Pedraz.
El musicólogo agregó que incluso, por su amistad con el cantaor, De Lucía llegó a afirmar que siempre hubiese preferido ser cantante antes que guitarrista.
“Echaba de menos aquellos discos que hizo con Camarón, y decía que la guitarra como solista le aburría un poco, porque hubiera querido ser cantor y hubiera dado todo lo que sabía en guitarra para ser la mitad de lo que fue Camarón”, indicó Pedraz.
El musicólogo español señaló que Paco de Lucía “fue quien más dignificó e internacionalizó el flamenco en todo el mundo”.
Aunque Paco de Lucía tocó ante presidentes, líderes, celebridades y auditorios de todo el mundo, cuando estaba sobre el escenario se sentía en su pueblo.
“Yo no toco en Nueva York o en Tokio o en Londres, yo estoy tocando cuando me subo a un escenario en mi pueblo siempre que salgo al escenario”, afirmaba.
Tenía amigos en todo el mundo, y su generosidad ha sido reconocida por quienes lo trataron más de cerca.
En Algeciras, la ciudad donde Paco de Lucía nació, en el barrio gitano de La Bajadilla, se han declarado tres días de luto, y un crespón negro señala la casa natal del guitarrista.
En el Ayuntamiento de la localidad las banderas ondean a media asta en señal de duelo y se han suspendido todos los actos oficiales y se ha ofrecido a la familia del artista dos lugares para instalar la capilla ardiente: el teatro Florida y el propio edificio consistorial.
En la recepción del Ayuntamiento de Algeciras se ha colocado también un libro de condolencias para que todo el que quiera pueda dejar allí un mensaje de admiración, recuerdo o dolor por la muerte del artista andaluz.
A mediodía de este miércoles, tiempo de España, ya un centenar de personas se habían concentrado en la plaza central del pueblo natal de Paco de Lucía guardando cinco minutos de silencio.
Se espera que en los próximos días sea repatriado desde México el cuerpo de Paco de Lucía, después de realizarse los pertinentes trámites para ello y, una vez en España, su cuerpo será enterrado en el antiguo cementerio de Algeciras, como era su deseo.
Hace su muerte eco entre colegas
El guitarrista Rancapino recordó que Paco de Lucía murió en el lugar, las costas caribeñas de México, que había elegido para vivir y que amaba profundamente.
“Era un lugar en medio de la selva, con una temperatura ideal, sin nadie porque por la playa cercana a su casa apenas pasaba un turista cada dos días, y era un lugar lleno de flores y de pájaros que él amaba tanto”, dijo Rancapino.
José Mercé, amigo y cantaor jerezano, expresó que “ha sido un revolucionario del flamenco y lo puso hasta en caché, porque hasta que Paco y Camarón de la isla no llevaron el flamenco a los escenarios de medio mundo, los artistas que nos dedicábamos al género apenas cobrábamos un sueldo”.
El bajista Carles Benavent, quien trabajó con Paco de Lucía durante 21 años, declaró que “se ha ido la guitarra más importante que había, una referencia para muchos otros guitarristas”.
“Paco decía que la guitarra en el flamenco se puede tocar con alegría, con odio o con pena, porque es imposible prescindir de los sentimientos naturales del ser humano para expresar una música tan temperamental como es el flamenco”, señaló.
Para el jazzista Chano Domínguez, el legado de Paco de Lucía “es una estela en la música española que ha traspasado todas las fronteras y que se ha convertido en una música universal”.
El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, destacó el hecho de que, “aparte de que era un ser mágico y extraordinario, era un hombre que sabía muy bien qué eran la palabra, la música y el silencio, y lo que significaba su investigación y su arte musical en ese sentido”.
La Fundación Príncipe de Asturias reconoció su “dimensión universal” y expresó su “profundo sentimiento de pérdida por la muerte del guitarrista”.
Para el Ministro de Cultura del Gobierno de España, Paco de Lucía es “una figura irrepetible no solo por su condición de virtuoso de la guitarra, sino sobre todo por la proyección universal que le dio al flamenco”.
Los principales medios europeos, como Le Monde de Francia, La Reppublica de Italia, la BBC del Reino Unido o Suddeutsche Zeitung de Alemania, le han dedicado sendos espacios en sus páginas web, reconocido el talento y la valía universales de Paco de Lucía.