El show derivado del cada vez más desangelado The Vampire Diaries se asemeja a su predecesor en que presenta al hermano bueno y al hermano malo, pero se distingue en que va más allá de un triángulo amoroso y se centra en la lucha de poder y lealtad dentro de la familia.
Y es que The Originals presenta a la primera familia de vampiros de la historia, encabezada por el educado y sentimental Elijah (Daniel Gillies) y el rebelde hermano bastardo y además híbrido, vampiro/licántropo, Klaus (Joseph Morgan), quien además de lidiar con sus traumas e inseguridades provocados por su origen, ahora quiere retomar el control de Nueva Orleans, al tiempo que recibe la noticia sobrenatural de que será padre.
Oscura de principio a fin, la nueva producción de la cadena juvenil CW establece la guerra que se lleva a cabo en la ciudad entre vampiros, brujas y licántropos, donde los chupasangre llevan la ventaja.
Y aunque The Originals, presentando en su arranque su dosis de galanes, mujeres bonitas (parece que en Nueva Orleans no importa si se es bruja, mujer lobo o cantinera humana: todas son guapas) y derramamiento de sangre, no resulta ser del todo original.
El piloto se alarga en la presentación y explicación de la historia de los Mikaelson, para llegar a donde suelen llegar todas las historias de hermanos, desde Caín y Abel: el malo asesina, anula, engaña o traiciona al bueno.
Con mejor estirpe que The Vampire Diaries, y ojalá con una mejor historia que su progenitora, The Originals puede verse los domingos a las 21:00 horas por MTV.