Ana de la Reguera compraba mercancía “pirata” y Andrés Bustamante dice que, cuando va al cine, lejos de reconocerlo, sólo lo toman como referencia por ser alguien sin cabello. 
Ambos protagonizan la película “El crimen del cácaro Gumaro”, que se estrena el viernes, donde ella es la manzana de la discordia entre dos hermanos (Carlos Corona y Alejandro Calva) y él, un presidente municipal trinquetero. 
El filme aborda la “guerra” que se da entre un hombre que desea recuperar un antiguo cine y otro que desea convertirse en el amo del DVD apócrifo. 
De la Reguera y Bustamante aceptaron contestar preguntas en broma, alusivas a la temática de este largometraje dirigido por Emilio Portes (Pastorela). 
– ¿Cuándo fue la última vez que compraron algo “pirata”? 
– Andrés Bustamante (AB): No compro, pero estoy seguro que lo he hecho creyendo que no lo es y sí. Claro, si me meto a Youtube y veo una película completa, si está ahí, es que debe estar permitido que la vea, ¡supongo! (risas). 
– Ana de la Reguera (AR): Nunca he comprado cine o música pirata, sé el daño que hace. Yo trabajo en esto y tengo una hermana música y sé lo que daña, hace muchos años llegué a comprar cosas piratas cuando no me alcanzaba. 
– ¿Cuál es su película favorita, donde ésta hable del cine? 
– A.B.: ¡La tarea!, es un ejercicio de hacer una película, poner una cámara fija y poner todo lo que pasa. 
– A.R.: “La rosa púrpura del Cairo”. 
– ¿Qué extrañas de las viejas salas de cine? 
– A.B.: ¡Correr en ellas! ¿Se acuerdan que había una como rampa para ver quién subía? Luego dejarse caer de “rodadita”, terminaba el suéter oliéndote a palomitas. También la cantidad de gente, ese sonido envolvente del “aah, oooh”. 
– A.R.: No extraño, recuerdo las cucarachas que había en el cine de Veracruz. Lo bueno de los buenos complejos nuevos es que ya están más cuidados, pero se extraña el hecho de ver una película con más gente (eran salas para 2 mil personas, ahora son promedio 200). 
– Siendo conocidos, ¿cuál es su experiencia al ir a cines? 
– A.B.: La gente se acuerda más de mis personajes, que de mí. ¡Me deben usar de referencia como de ‘ahí junto al pelón hay dos lugares’. No me preocupa pero soy malo para esto de la fama. Parecería mentira que, dedicándome a esto, yo sea introvertido, serio y penoso. 
– A.R.: Yo también voy en fachas, nunca me reconocen. Me da mucha pena cuando voy a ver una película mía, siempre me meto a una sala con público real. Ese día me da pena y no quiero que me vean. 

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