Más que un par de canciones, Jesús Adrián Romero compartió alimento para el espíritu.
Uno de los máximos exponentes de la música cristiana en México, llegó a León el viernes por la noche como parte de su tour 2014.
El recorrido por sus éxitos fue a conciencia, y con ella llamó la atención y en partes clarificó la misión de vida de varias personas.
Más de 3 mil 500 personas compartieron la buena vibra de Romero.
A las 8:30 de la noche el músico llegó al escenario, acompañado de 6 colegas. La imagen de un niño de la calle, fue el intro de la primera canción, “Ayer te vi”.
Enseguida la gente estaba en el mismo canal.
“Lo único que tienes qué hacer es ver a la persona que  está a tu lado; dile cómo te pareces a Dios”, dijo Romero al público.
“El aire de tu casa”, “Soplando vida”, “El brillo de mis ojos”, “No necesito mucho”, fueron las siguiente de la noche. 
El ambiente en el Domo de la Feria fue de paz. 
Llegó el imperante ‘¿Por qué no te pones de pie con nosotros?’. La gente empezó a aplaudir.
“La verdad es que no necesitamos muchas cosas para vivir más que el amor de Jesús, de nuestra familia, de nuestros amigos”.
Después Romero continuó con un discurso inspirador, un recuerdo de una mujer que le agradeció por sus canciones y antes de entonar “Razones para vivir”, dijo:
“Hace algunos años teníamos un concierto en Monterrey, una señora que estaba ahí me interceptó en la salida; me dijo tenía problemas de depresión, que tomaba medicamentos porque para ella nada tenía sentido. Que comenzó a escuchar mis canciones y encontró un motivo para vivir”.
Diego, chelista invitado de Guanajuato se unió al talento que esa noche deleitó a los seguidores: “Ahora te sientas por favor”, pidió al público, para compartir una filosofía de vida.
“Te voy a dar una fórmula para encontrar tu misión de vida. Encontrar tus dones. Qué cosas te gusta hacer. Lo que te gusta hacer y lo que haces bien o te estás preparando para hacerlo bien(…)”.
“Es por tu gracia”, “Mi vida sin ti”, “Se desbaratan mis sueños”, “Cuenta conmigo”, “Pegao”, “Herencia”, “Mi univereso”, “Tu bandera”, siguieron al repertorio.
Después de casi dos horas llegó el momento de despedirse, refrendando la alegría de compartir por esa noche, alabanzas a Dios.

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