Una noche romántica con Prince Royce

Gritos enloquecidos en un show enérgico y sorpresivo fue el que ofreció el cantante Prince Royce la noche del viernes cuando llenó de bachata un Auditorio Nacional que lució lleno en su debut en donde además de obtener un Disco de Oro por sus ventas contó con la participación del puertorriqueño Daddy Yankee.
De espaldas a su público, vistiendo de negro con un saco con brillantes en las mangas, y acompañado por sus cuatro bailarines, sus ocho músicos y su corista salió al escenario que tuvo una estructura de escaleras con pantallas en los peldaños a las 21:07 horas para bailar al ritmo de “Kiss kiss” y despertando los cantos de los casi 10 mil asistentes en “Te robaré” para ponerse más romántico en “Te me vas”.
De pronto, el intérprete fue interrumpido por el director de Sony Music México, Roberto López, le entregó un Disco de Oro por las altas ventas del álbum Soy el mismo.
Dedicó a las chicas un tema que reconoció especial por ser el que inició su carrera: “Corazón sin cara”. Poco después siguieron “Solita”, “Soy el mismo”.
En “Stand by me” provocando que el público moviera los brazos de un lado al otro; continuó con “Addicted”.
Vestido de blanco interpretó “Tu príncipe”, “Te perdiste mi amor”; en “Su hombre soy yo”, a una chica para subir al escenario. Cantó el tema “Incondicional” acompañado por mariachis.
Tocando las manos de quienes se acercaban y desatando la locura llegó el turno de “Mi última carta”, “El amor que perdimos” y “Las cosas pequeñas”.
“Ha cambiado mucho, quizás ha llegado la fama y el éxito y una vez más de todo corazón gracias por estar aquí conmigo esta noche”.
Tras cambiarse por segunda ocasión, ahora el micrófono era azul y el portaba una mezcla entre el blanco y el negro, se despedía con “Me encanta”, “Te regalo el mar” y “Ven conmigo” donde ocurrió otro de los eventos inesperados de la noche con la presencia de Daddy Yankee haciendo el coloso de Reforma retumbar de los saltos para concluir con el éxito más esperado en “Darte un beso” con papeles y humo emanando en un concierto que duró poco menos de dos horas.