El perfil altanero, autoritario, digno, orgulloso y hasta déspota que el público le conoció a María Félix en sus películas, sólo es resultado de su trabajo como actriz.
La “Diva del Cine Mexicano”, de quien se conmemora el centenario de su natalicio, era muy diferente como persona.
Así lo aseguran Ignacio López Tarso, José Ángel Espinoza “Ferrusquilla”, Carlos Bracho y Ernesto Gómez Cruz, figuras que trabajaron en el Séptimo Arte con “La Doña”.
De entrada, sostiene López Tarso, quien filmó con María siete películas (entre ellas “La Cucaracha”, “La Estrella Vacía” y “La Generala”), la mujer era de férreo carácter, pero siempre se condujo con educación, respeto y condescendencia con sus compañeros de trabajo. 
Incluso, cuenta Bracho, si bien María era seria y no intimaba con cualquiera, nunca adoptó una pose de diva en los rodajes.
Por el contrario, comparte el actor que fue su amigo por más de 30 años, la actriz perdía el garbo y se “ensuciaba las manos” en las filmaciones si el papel lo requería.
“Nos conocimos en el melodrama ‘La Constitución’ (1970) y empezamos a platicar mucho de filosofía, de arte, de libros. Era una mujer muy culta. A mí me trataba muy bien, siempre estábamos juntos en los cortes de las grabaciones.
“En alguna ocasión le pregunté por qué la gente decía que era difícil de tratar o, incluso, grosera, y entonces me respondió: ‘Carlos, yo no trato con pendejos, simplemente me doy la vuelta y digo: ‘Con permiso'”, reveló el actor, quien un año después se reencontró con María en el filme “La Generala”.
“Ferrusquilla”, quien actuó con María en “El Rapto” (1954) y fue amigo de Jorge Negrete, uno de sus esposos, vivió una relación distante con ella.
“En ‘El Rapto’ íbamos a tener unas escenas Jorge, ella y yo, por lo que ellos me invitaron a desayunar a su casa, para de ahí irnos juntos al estudio. Pero ella no desayunó con Jorge ni conmigo; se fue a otras cosas. Era complicado entrar a su círculo”, dice el papá de la actriz Angélica Aragón.
“Sin embargo”, añade, “en el set era amable y hacía todo lo que el director (Emilio “El Indio” Fernández) le decía”.
En ese entonces, el actor y compositor era toda una figura de la radio y se atrevió a pedirle un favor a algunos de sus compañeros, pero no a María.
“En la estación XEQ me habían pedido que grabara a personajes importantes de la filmación con un mensaje para el Día de las Madres, pero no se lo pedí a María porque pensé que me iba a rechazar.
“Sin embargo, ‘El Indio’ le pidió que lo grabara para mí. Lo hizo, a ‘El Indio’ no le gustó como quedó. Le dijo: ‘María, escucha cómo lo va a hacer ‘Ferrusquilla’, para que lo hagas así’. Ella me permitió, de muy buen modo, dirigirla”, rememora el intérprete.
En esa película, “Ferrusquilla” recuerda que Jorge Negrete ya se vía muy enfermo (a causa de males hepáticos) y que le desconcertó que María no mostrara preocupación por ello.
“Al terminar una escena que teníamos Jorge y yo, me dijo ‘Pepe, me estoy muriendo. Ya me queda poco’. Lo vi a él muy preocupado, ya mal. Y me sorprendió que María estaba como si nada, nunca la vi afligida o que pidiera que le trajeran un té a Jorge o algo. Ella manejaba su vida muy privada”.
Como fue el actor que más filmó a su lado, López Tarso se hizo amigo de María, pero recalca que su amistad se fincó en lo profesional.
Para él, “La Doña” fue un ejemplo de disciplina y entrega en un set.
“Creo que nos hicimos amigos porque filmamos mucho muy seguido, por así decirlo, nos vimos obligados a tener una amistad.
“Las películas que hicimos eran difíciles, sobre la Revolución, con balazos, caballos, desiertos… Ella era muy dedicada y paciente para todos los problemas de las locaciones. Nunca se quejó, siempre esperaba y confiaba en los directores”, recuerda.

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