Llega show de Slava al DF

El espectáculo clown internacionalSlava’sSnowshow regresa a México con nieve de papel, paraguas que mojan a la gente y la figura del payaso enaltecida como estrella principal.
Bradford West, originario de Massachusetts, es el único payaso estadounidense de la compañía, en la que también hay un solo latino, el mexicano Izmir Gallardo.
Tras conocer el espectáculo en Nueva York, West sintió un deseo enorme de formar parte del mismo, pero al principio tuvo que conformarse con ser encargado del equipo de sonido, lo que representó “una tarea monumental”, dijo.
West estudió teatro, música y un poco de danza, pero ser payaso requería mucho más.
“Resultó que mi entrenamiento en teatro no se podía aplicar realmente en este ambiente, porque estudié (el método) Stanislavski, que se trata de obras, motivación y todo tiene que ser limpio y entendible”, relató el martes a The Associated Press tras una conferencia de prensa en la que hubo payasos tomando fotografías a los reporteros, arrojando “nieve” de papel, imitando a una traductora y mojando a la concurrencia.
El arte de los payasos “no puede ser misterioso, ni desconcertante, pero el contenido emocional tiene mucha fuerza, de ahí viene el encanto de este espectáculo”, añadió West.
La compañía fundada por el rusoSlavaPolunin, calificado por críticos de teatro como uno de los mejores payasos del mundo, incluye su nieve de papel en todos y cada uno de sus espectáculos, los cuales no tienen casi diálogos y se fundamentan en el humor blanco y la imaginación del público para ver mares, arañas gigantes, hombres dentro de sacos vacíos y demás personajes y situaciones increíbles. En su octava visita a México, se presentará a partir del miércoles y hasta el 21 de junio en el Teatro 1 del Centro Cultural Telmex, en la capital.
“No puede haber lo uno sin lo otro”, dijo sobre la nieve el payaso ruso Robert Saralp, uno de los principales de la compañía, a través de una intérprete. “Para el pueblo ruso la nieve es parte de su alma, es inseparable y es lo que todos llevamos en el corazón y lo queremos compartir. La nieve es la forma en la que compartimos nuestra alma con el público y les comunicamos nuestros sentimientos al arrojarles nieve”.
Otra de las características es que hay payasos vestidos con gabardinas verde militar, zapatos negros del largo de una baguette y sombreros que parecen hélices (u orejas de Tribilín ondeando por el aire) y otros que usan un enorme overol amarillo con una elegante bufanda roja y zapatos de peluche del mismo color, aunque con sombreros o pelucas personalizados, Polunin es un payaso amarillo. Más allá de la ropa, las dos clases de payasos son diferentes por su carácter.
“Los payasos verdes comparten un cierto tipo de características (como su vestuario), pero todos son individuos diferentes, especialmente dependiendo del actor”, dijo West. “Los payasos amarillos son diferentes, también son absurdos, eso lo comparten todos, no hay que pensar que son menos graciosos porque son muy graciosos, pero son el tipo de payaso que te hace sentir empatía, es a través de ellos que sientes todas las emociones… Por el payaso verde sientes compasión mientras que con el amarillo compartes los sentimientos”.
West quien creció escuchando noticias de la Guerra Fría en Estados Unidos reconoce que el contraste con los rusos existe, pero le gusta.
“Tuve que hacer un pequeño ajuste, los rusos siempre están hablando de la mentalidad rusa, que es diferente de cualquier otra, y es un poco interesante y retadora”, dijo el payaso. “En realidad lo extraño para mí es ser alguien que habla ruso en la actualidad, porque he hablado ruso por muy poco tiempo y se debe al espectáculo, porque conocí a mi esposa haciendo el show (ella es parte de la compañía)”.
West dijo que el trabajo de payaso paraSlava’sSnowshow es de ensueño.
“Primero que nada por ser un actor remunerado, segundo por ir al escenario a divertirte y lo tercero, y más importante, puedo darle a la gente lo que me dieron cuando vi el espectáculo por primera vez, puedo ayudar a hacer más feliz a la gente alrededor del mundo, no hay nada mejor”.