En junio de 1956, Paul McCartney recibió una trompeta, como regalo por su cumpleaños número 14, de parte de su padre.
Poco tiempo después, dejó el instrumento de viento por una guitarra acústica, modelo Zenith 17, la cual aún toca, casi 60 años después, informó Daily Mail.
“Tocaba la trompeta un poco, era el instrumento más heroico entonces, pero muy pronto comprendí que no se puede cantar con una trompeta pegada a la boca”, recordó el intérprete.
El músico decidió llevar su regalo a la tienda Rushworth, en Liverpool, y lo cambió por un instrumento de cuerdas, hecho por la empresa alemana Framus, el cual recientemente apareció en el video “Early Days”, rodado en Los Ángeles.
Ya con la guitarra, el inglés tuvo un problema: la ejecución se le complicaba por ser zurdo, aunque rápidamente encontró una solución.
Tras ver una película de Slim Whitman, se percató de que tenía la guitarra al revés, así que cambió el orden de las cuerdas y modificó el puente.
Fue así como el requinto pasó a ser parte de McCartney, quien lo utilizó en la primera gira de los Beatles en Hamburgo, y con la que compuso su más reciente canción “I Lost My Little Girl”.