Equipadas con armas japonesas y enfundadas en antifaces, las tortugas Leonardo, Rafael, Donatello y Miguel Ángel salen otra vez de las alcantarillas, deseosas de aventuras, comer mucha pizza y gritar “cowabunga”.
Con un presupuesto de 125 millones de dólares, Tortugas Ninja, la nueva adaptación fílmica de los comics y la icónica serie animada de los 80 está a cargo del productor Michael Bay, el artífice de la franquicia Transformers.
El director Jonathan Liebesman (Furia de Titanes 2) prometió en entrevista que el público se topará con una película luminosa y llena de encanto, no como los recientes tratamientos fílmicos oscuros de otros héroes.
“Creo que no habría sido apropiado hacer una película oscura con Tortugas Ninja. Las Tortugas Ninja nacen como una parodia de los superhéroes, así que lo importante, creo, es que fueran divertidas y tuvieran encanto.
“Está bien que el villano sea muy siniestro, pero las Tortugas Ninja no”, dijo el realizador, quien se asesoró con Kevin Eastman, uno de los creadores de los personajes.
Ubicada en Nueva York, la trama sigue a la intrépida pero menospreciada reportera April O’Neil (Megan Fox), quien investiga al grupo criminal Foot Clan, liderado por el perverso Destructor.
En sus pesquisas, se topa con un grupo de vigilantes, tortugas ninja mutadas a partir de experimentos genéticos para ser antropomorfas, hace frente a los malvados desde las sombras.
“Cuando era niña fui fan de las Tortugas Ninja”, contó Megan, quien se había alejado creativamente de Bay, a quien comparó con Hitler. “Recuerdo que mi hermana mayor me enseñó la caricatura y la amé.
“La razón por la que firmé fue Michael Bay. Él es una garantía de que esto va a ser exitoso. Confío en él. Definitivamente no dudé. Ésta es la oportunidad de empezar una nueva relación con él”.
Criadas por la sabia rata artemarcialista Splinter, las tortugas, además de mutantes, son adolescentes, por lo que en pantalla desfilan desde bromas y peleas entre hermanos hasta un torrente de referencias pop.
Les gusta Gwen Stefani, hablan de La Guerra de las Galaxias y Lost, adoran los juegos de la NBA y escuchan “Happy Together”, de, cómo no, el grupo The Turtles.
En los 90, se realizó una trilogía fílmica de las Tortugas Ninja, en la que los héroes eran actores enfundados en disfraces realizados por Jim Henson.
Esta ocasión, Rafael, Leonardo y compañía cobraron vida en la postproducción, previo trabajo de histriones con trajes de captura de movimiento, al estilo de César en El Planeta de los Simios o Smaug en El Hobbit.
“El mayor reto era que la tecnología no interfiriera en el encanto que tenían que tener los personajes”, consideró Liebesman.
“Pero fue fantástico cómo los especialistas llevaron la captura de movimiento a otro nivel, porque cada emoción facial de los actores es lo que se verá en las caras de las Tortugas”.