La comunidad dedicada a hacer cine en Iberoamérica coincide en algo: la cinematografía de la región tiene calidad, pero no puede competir equitativamente con la industria de Hollywood.
“Estados Unidos se ha dado cuenta del poder de transmisión de la cultura y ha invertido en ello, nosotros no”, expresó el actor de origen argentino Ernesto Alterio el jueves en rueda de prensa para presentar detalles del Premio Iberoamericano de Cine Fénix.
El galardón no sólo busca ser un escaparate para las cintas participantes, sino generar alianzas con distribuidores y exhibidores a fin de que las cintas producidas en Latinoamérica, España y Portugal puedan gozar de una buena recepción.
El reconocimiento fue creado por Cinema23, una asociación que reúne a unos 400 profesionales del cine para promover producciones iberoamericanas.
Paula Astorga, directora de distribución y exhibición de Cinema23, reconoció que “el cine latinoamericano entre países (de la región) no se ve” y el comportamiento del mercado en Iberoamérica no alcanza una gran diversidad pues “la balanza está muy inclinada al cine de Hollywood”.
Astorga atribuyó parte de la problemática a la ausencia de presupuestos para promoción de las cintas.
“No tenemos el aparato promocional, la publicidad y la inversión en valor que tiene una película hollywoodense”, dijo a The Associated Press.
La ceremonia de los Premios Fénix se realizará el 30 de octubre en la capital mexicana. En ella se reconocerán 12 categorías en el cine actual y también habrá distinciones especiales a la trayectoria, al festival de cine de la región e incluso un premio a los exhibidores.
“A partir de reconocernos a través del premio, la idea es validar los grandes valores de nuestro cine y fortalecer los circuitos (latinoamericanos) de exhibición y distribución”, dijo Astorga a AP.
Entre 45 y 60 cintas, incluyendo nominadas y ganadoras, se beneficiarán con las alianzas de los premios, favoreciendo su consumo entre espectadores y la industria del entretenimiento de los 23 países miembros de Cinema 23.
“Son películas que vienen con algo detrás, van a ser más interesantes al público. Ya viste en la tele que su director ganó un premio, ya viste que en sus actores hay un valor de aportación cinematográfico”, señaló Astorga. “Lo más importante es que la película que gane pueda ser adquirida por un distribuidor en cada una de las regiones que forman parte de Cinema23”.
En una primera etapa se contempla mantener las cintas al menos tres semanas en cartelera y se prevé que las primeras se exhiban comercialmente durante el primer semestre de 2015.
“Para desarrollar industria tenemos que llegar a salas que le impliquen un costo al espectador. La gente tiene que pagar su boleto por ver cine iberoamericano, porque es una gran cinematografía”, dijo Astorga.
También se contempla una fórmula para generar fomentar el desarrollo de nuevos públicos con funciones en escuelas, ciclos, muestras, foros y retrospectivas de los realizadores cuyas producciones fueron nominadas.
Premio Fénix busca mejorar distribución
La comunidad dedicada a hacer cine en Iberoamérica coincide en algo: la cinematografía de la región tiene calidad, pero no puede competir equitativame