Puestos como preámbulo a una selección de 7 películas francesas, 19 cortometrajes de factura nacional darán cuenta de que, en cierto sentido, algo tiene el mexicano de universal.
De manos de realizadores de este País, historias de calle, cama y crimen serán proyectadas antes de las cintas del 18 Tour de Cine Francés, que arranca en septiembre.
En Bingo, de Andrés Borda, un anciano descubre que, a veces, la mala suerte al apostar es buen augurio; en La carta, de Ángeles Cruz, Lupita vuelve a su pueblo por una misiva sin respuesta; y en Los caminos del señor, de Eduardo M. Clorio, un científico descubre si es cierto que Dios existe.
El género documental está bien representado por La vida es un rocanrol, de Inés Morales, sobre el amor de los músicos Mimí y Tonny Rocker, éste último el sensible cantante sin brazos, con labio leporino, de la banda de rock urbano que comparten ambos, Amor & Rabia.
En el terrero de la animación cuadro por cuadro está El gran líder donde un dúo anónimo de máquinas humanoides manufactura futuros dictadores, y Pickman’s model, basado en el cuento homónimo del escritor estadounidense H.P. Lovecraft.
También salido de los libros está Mi vanidad, de Francisco Bautista Reyes, basado en el texto Parábola de la virgen provinciana y la virgen cosmopolita, de Carlos Monsiváis, en cuya historia -como lo sugiere el título- dos vírgenes santas dialogan en una iglesia.
Los cortometrajes, realizados con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía, también se cuentan historias como la de La despedida, de Yanet Pantoja Neri, donde un trágico “adiós” en el andén se vuelve una transacción monetaria; y la de Recuerda esto, de Miguel Hernández Barba, sobre un ajuste de cuentas entre hermanos.
El 18 Tour de Cine Francés tendrá funciones en septiembre y octubre, y permanece dos semanas en cada ciudad.
El programa completo, con películas y los demás cortos puede consultarse en la página del tour.