Aproximadamente dos decenas de fans se quedaron sin poder ver a su ídolo Katy Perry. Con fotografías y carteles en mano, los fanáticos se reunieron afuera del hotel donde se hospedaba la cantante, pero sólo pudieron acercarse a un integrante de su equipo.
Cerca de la una de la tarde, uno de los bailarines de Perry salió para saludar y tomarse algunas fotografías con los fans e incluso recibir sonriente como regalo una calavera de artesanía color azul con flores, pero la cantante nacida en California no dio señales de vida.
Con un cartel naranja bastante luminoso, uno de los fans le pedía a la estadounidense que fuera su novia: “Katy you want to be my girlfriend? K & M”, decía la pancarta del emocionado aficionado que era acompañado por algunos amigos.
Más tarde, a las 14:30 horas, algunas camionetas color gris se llevaron a parte del staff y demás bailarines a las instalaciones del Palacio de los Deportes para realizar la primera de dos fechas en la Ciudad de México.
Sin embargo, fue hasta las 15:15 que tres camionetas Suburban negras, escoltadas por motocicletas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, salieron del estacionamiento del hotel ubicado en Reforma para llevarse a la cantante, ante la mirada de una veintena de seguidores que se quedaron sin recibir saludo alguno.

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