Entero y libre de toda culpa es como Laureano Brizuela regresa de lleno a la música.
Después de 23 años de lucha, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomó hace unos meses el caso del cantante, quien exige al gobierno mexicano una devolución de los bienes que le fueron incautados cuando fue acusado de evasión y defraudación fiscal.
“Yo no me fui nunca, estuve absorbido por muchas otras cosas, pero ahora que ya estoy liberado de todo eso. Me siento un triunfador de todo lo que me costó muchos años pelear. Eso me motiva para escribir cosas más importantes de mensaje para mi gente”, dijo Brizuela en entrevista.
En 1989, el argentino estuvo encarcelado cuatro meses y medio por presuntos delitos fiscales, y fue hasta 1996 cuando las autoridades mexicanas lo declararon inocente.
Sin embargo, nunca le devolvieron las propiedades y cuentas bancarias (en México y Estados Unidos) que le quitaron por el presunto delito. Por eso recurrió a la CIDH, que ahora se hace cargo de su asunto, aunque no sabe cuánto tiempo pueda tardar la resolución.
“Seguro que espero una disculpa pública, va a tener que haber muchísimas responsabilidades en el momento en que se arreglen las partes, que en este momento es una corte internacional y el gobierno de México.
“Yo he puesto como mediador a un organismo internacional, que me merece el mayor de los respetos y deberíamos defender a cabalidad, porque es el único que está dando resultados en América”.
En 2006, contó su historia en el libro “Infamia del Poder en México. Mi Crónica del Terrorismo Fiscal, sus Víctimas, sus Tácticas y sus Inquisidores” en el que culpó de lo sucedido a Francisco Gil Díaz, quien fuera subsecretario de Ingresos en 1989, y a Raúl Velasco Jr.
“Hacerlo público me deja la sensación de ver que no había pasado nada con mi público, que era lo que más me importaba, con mi gente, con los medios. Siempre creyeron en lo que yo decía”.
Con esa libertad que ahora disfruta es como prepara su nuevo disco, el cual lanzará el próximo año y del que se desprende “Volveré”.
“Trae muchísimo mensaje inspiracional y social, y hay un par de temas de amor excelentes. Me he permitido inclusive grabar un par de cosas de las más antiguas que yo tenía, pero también de otros autores, que son una maravilla y que dicen lo que yo hubiese querido”, adelantó.

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