Calle 13 cede el espacio a Ayotzinapa en su show

Al conteo del 1 al 43 para terminar con el grito de “Justicia” más de 18 mil almas aclamaron junto a Calle 13 por los normalistas cuando, con una playera de la selección mexicana con el nombre de Ayotzinapa y el número 43 en la espalda, Residente invitó al escenario a las familias de los desparecidos durante su concierto en el Palacio de los Deportes.
Con el unánime sonido por parte del público de la frase “No están solos” es que René Pérez le dio voz a los propios involucrados en la situación por la que pasa México desde los últimos meses.
“Obviamente no soy de acá y por más que quiera decir cosas los apoyo de todo corazón y esto es completamente genuino, a diferencia de dos o tres que no les gustan. Siempre vamos a defender las causas sociales porque así nos criamos desde chiquitos. Yo quiero traer a gente de Ayotzinapa que hable porque ellos son de aquí”, apuntó René Pérez para pasar al escenario a siete personas.
Tras generar el apoyo de los presentes y toda la atención es que pidió para que la prensa y todos los que lo escuchen en otros lugares del país y el mundo sepan lo que está pasando y que consideró muy duro.
“Me llamo Sofía Lorena Mendoza y soy de Iguala, a mi esposo Arturo Hernández Carmona lo desaparecieron, torturaron y asesinaron y el único culpable fue el gobierno corrupto. A mi esposo lo mató José Luis Abarca por buscar justicia en los pueblos de Guerrero”, señaló Sofía ante los gritos de “no están solos”.
Luego se sumó el papá de uno de los 43 normalistas desparecidos de Ayotzinapa, quien tras agradecer el espacio recordó cuando el 26 y 27 de septiembre se enteró de los hechos.
Algunos retratos en las playeras y cuadros de siete denunciantes generó aplausos y empatía del público en el Domo de Cobre, para dar voz a un inconforme más mientras el conteo del 1 al 43 y el grito de “justicia” se escuchó una vez más.
Todo comenzó pocos minutos después de las 21:00 horas cuando la agrupación salió al escenario para enloquecer a los presentes al ritmo de “Fiesta de locos” y posteriormente “Baile de los pobres”, mientras algunos artistas graffiteros a los lados pintaban murales, todos ellos dedicados a Ayotzinapa.
Con dos pantallas a los costados y una más alargada detrás, los originarios de Puerto Rico siguieron haciendo cantar y saltar a los presentes acompañados de nueve músicos con “Beso de desayuno” y las enérgicas “No hay nadie como tú” y “Cumbia de los aburridos”, entre una larga lista de éxitos como “Adentro” y dedicaron a todos los inmigrantes del mundo e incluso a los mexicanos.