Roberto Gómez Bolaños fue el creador de algunas de las series más populares de la historia de la televisión en América Latina como El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado.
Marcó la infancia de generaciones de latinoamericanos con personajes populares, entre los que también destacan Chaparrón Bonaparte, el Chómpiras y el Doctor Chapatín.
El actor fue un astro en América Latina, Brasil y España, donde cautivó a millones de espectadores con su blanca comicidad.
Además de histrión, destacó como director, productor, escritor, guionista, compositor, dibujante y publicista.
Y como escritor, creó seis obras teatrales, de las cuales sólo tres llevó a escena: el musical “El títere”, las comedias “11 y 12” y “Silencio, cámara, acción”.
Fue con “11 y 12” con la que llegó a la ciudad en junio del 2008. Hace seis años, en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, leoneses vieron aterrizar a su ídolo, quien vino acompañado de su inseparable Florinda Meza.
“¡Bienvenido a León!”, “¡Arriba ‘Chespirito’! y “¡Siganme los buenos!” fueron algunas expresiones que los fans les gritaban a los actores, al trasladarse a su camioneta.
Tan sencillo como lo era su personaje “El Chavo del 8”, el creativo no apresuró el paso y se dejó ‘apapachar’ por quienes le solicitaron fotos, autógrafos, y por quienes le repartieron muestras de afecto.
“¿Podemos tomarnos una foto con usted?”, preguntó un grupo de jovencitas. “¡Claro ‘linduras’!, nada más que a ver si mi esposa no se pone celosa porque salgo con tanta niña bonita”, respondió con su habitual sonrisa.
En ese entonces, Gómez Bolaños expresó sentirse muy contento de ofrecer esta obra a los leoneses, que se presentó en el Teatro Manuel Doblado en dos funciones 7:00 y 9:30 de la noche.
La obra “11 y 12” narra la delicada situación de “Cristina” (Florinda
Meza) y “Cristóbal” (Óscar Bongfilio) luego de que éste fuera atropellado por un camión conducido por “Eloy” (Roberto Gómez Bolaños).
En ese accidente, Cristóbal pierde dos partes muy “íntimas” que le impiden tener hijos, uno de los máximos deseos del matrimonio… la solución: un trasplante que realizará el doctor “Arenas” (David Ramos).
En cuanto “Chespirito” apareció en el teatro Doblado caracterizado como “Eloy”, porras y aplausos se escucharon durante varios segundos.
El nombre de la obra alude a cómo “Eloy” nombra algunas zonas del cuerpo con números, siendo “11 y 12” las más “importantes” para la masculinidad.

Se le ‘chispotean’ las lágrimas

Tras el término de “11 y 12”, Roberto Gómez Bolaños fue homenajeado por su trayectoria artística, recibiendo por parte del regidor Sergio Navarro una placa conmemorativa.
La sorpresa llegó para Gómez Bolaños y para el público, cuando apareció La Rondalla de León para interpretar “Las Golondrinas”… y de repente, la emotividad se notó en los ojos de “Chespirito”, quien con lágrimas en los ojos, agradeció a su público de León.
“¿Por qué llora, qué no es ‘machito’?”, preguntó en tono de broma su esposa, Florinda Meza.
“Sí soy ‘machito’, pero soy un ‘machito chillón’”, respondió el comediante provocando al unísono carcajadas y más aplausos.
La Rondalla aún tenía preparada otra sorpresa para el actor, al que regalaron el tema “La Vecindad del Chavo”, ante los gritos de los asistentes: “¡Arriba ‘Chespirito’!” y “¡Te queremos Roberto!”.
Roberto!”.
Rodolfo Roca, coordinador de aquél espectáculo expresó que en ese entonces, por ser la última gira del actor en teatro, tenían que rendirle ese homenaje.

Recuerdan leoneses a 6 años

Pocos se imaginaron que la última vez que verían en vivo a Roberto Gómez Bolaños sería hace seis años en el teatro Manuel Doblado.
Carlos Ayala, uno de los espectadores de la obra “11 y 12” recordó aquel día, cuando con un ejército de seguridad, el actor llegó al teatro en el centro de la ciudad.
“Venía muy sencillo,  él interactuó mucho con la gente y sólo los que se pudieron tomar una foto fueron gente invitada y algunos que otros personajes. Nosotros sólo lo vimos actuando fue muy sencillo”, platicó.
Unos más, lo interceptaron en el Aeropuerto y a minutos de su llegada, una caravana de personas se encontraban en aquel lugar en espera de la foto.
“A la gente se le dijo que no se podían tomar fotos adentro y pues muy pocos lo entendieron. Hubo muchos fans, hasta niños y pues el alboroto duró mucho tiempo”, dijo una guardia de seguridad del Aeropuerto, quien en 2008 estuvo presente al momento de la llegada de “Chespirito”.
Los más afortunados como Rosaura Álvarez, tuvieron la fortuna de estar con él y convivir por unos momentos en su visita a León.
“Para mí fue un personaje que deja mucha huella en todas las personas, desde niños hasta viejitos. Tuvimos la oportunidad de trabajar varias veces con él en la gira de ’11 y 12′.  Mi esposo (Sergio Navarro), le entregó un reconocimiento por su carrera artística de tantos años y se conmovió que hasta soltó las lágrimas. Que tristeza que se nos haya adelantado pero creo que estaba ya muy malito. Pasó a ser la mejor historia, una gran persona que siempre vivirá en nuestros corazones, y en el de todas las familias mexicanas”, compartió.

Lo ven por última vez

Pocos se imaginaron que la última vez que verían en vivo a Roberto Gómez Bolaños sería hace seis años en el teatro Manuel Doblado.
Carlos Ayala, uno de los espectadores de la obra “11 y 12” recordó aquel día de junio del 2008 en donde, con un ejército de seguridad, el actor llegó al teatro Manuel Doblado.
“Venía muy sencillo,  él interactuó mucho con la gente y sólo los que se pudieron tomar una foto fueron gente invitada y algunos que otros personajes. Nosotros sólo lo vimos actuando fue muy sencillo”, platicó.
Unos más, lo interceptaron en el aeropuerto y a minutos de su llegada, una caravana de personas se encontraban en aquel lugar en espera de la fotografía.
“A la gente se le dijo que no se podían tomar fotos adentro y pues muy pocos lo entendieron,  pero aún así se entendía porque había muchos fans, hasta niños y pues el alboroto duró mucho tiempo”, dijo una guardia de seguridad del Aeropuerto, quien en 2008 estuvo presente al momento de la llegada.
Los más afortunados como Rosaura Álvarez, tuvieron la fortuna de estar con él y convivir por unos momentos en su visita a León.
“Para mí fue un personaje que deja mucha huella en todas las personas, desde niños hasta viejitos. Tuvimos la oportunidad de trabajar varias veces con él en la gira de “11 y 12”.  Mi esposo (Sergio Navarro),  le entregó un reconocimiento por su carrera artística de tantos años y se conmovió que hasta soltó las lágrimas. Que tristeza que se nos haya adelantado pero creo que estaba ya muy malito. Pasó a ser la mejor historia, una gran persona que siempre vivirá en nuestros corazones, y en el de todas las familias mexicanas”, compartió.
En León, a ‘Chespirito’ se le rindió un homenaje en el teatro Manuel Doblado por sus años de trayectoria,  una rondalla interpretó “La vecindad del chavo” la que cantaron los cerca de 600 asistentes a esa función.  Rodolfo Roca, responsable del evento, comentó que León tuvo el honor de despedir al cómico más famoso de Latinoamérica de una forma emotiva.
El libretista, actor, productor, director, falleció a los 85 años de edad. Es considerado una de las mentes más creativas y quien mejor retrató el humor mexicano. Su apodo se lo debe a un director de cine, quien tomó el diminutivo de Shakespeare para convertirlo en ‘Chespirito’.

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