Bobbi Kristina Brown se encontraba bajo el efecto de drogas la mañana que fue hallada inconsciente, el 31 de enero, en la bañera de su casa, aseguró una fuente cercana a la familia de la chica, al portal de la revista People.
De acuerdo con otros informantes, la joven de 21 años había estado consumiendo de forma regular heroína, cocaína y Xanax, además de que también abusaba del alcohol.
Varios testigos afirmaron que era usual ver a la hija de la fallecida cantante Whitney Houston drogada, arrastrando las palabras y diciendo incoherencias.
Brown había estado entrando y saliendo de clínicas de rehabilitación en los últimos tres años, a partir de la muerte de su madre.
Recientemente, se encontraba deprimida porque ya se acercaba el aniversario del fallecimiento de la estrella del pop, ocurrido el 11 de febrero de 2012, a causa de una sobredosis.
Al igual que su hija, Whitney fue encontrada inconsciente en la bañera de un hotel. La autopsia realizada tras su muerte reveló que había cocaína en su sistema.
Bobbi Kristina continúa hospitalizada; el viernes se le practicó una traqueotomía con el objetivo de minimizar el riesgo de infecciones en los pulmones y facilitar la alimentación de la joven, que ha permanecido en coma inducido por casi tres semanas.
Discordia entre padre y novio
Mientras Bobbi lucha por su vida ha surgido una discordia sobre si su pareja puede visitarla en el hospital.
Un abogado de del padre de Bobbi, Bobby Brown, dijo en un comunicado el sábado ya tarde que a Nick Gordon se le ofreció la oportunidad de visitarla si aceptaba ciertas condiciones.
Pero los abogados de Gordon dicen que Brown le ha negado permiso a éste para visitarla, y agregan que aconsejaron a su cliente que rechazara las condiciones impuestas por Brown, que no se han dado a conocer públicamente.
Los abogados dijeron que Gordon se ha ofrecido repetidas veces a discutir el asunto en privado con Brown.