Al igual que muchos actores británicos, Colin Firth, ganador del Óscar por “El Discurso del Rey”, soñó durante mucho tiempo interpretar a James Bond, pero se hizo mayor y se cansó de esperar.
El destino, sin embargo, ajustó cuentas con él y hoy, a sus 54 años, estrena una comedia de acción algo retorcida que es a la vez homenaje y subversión del género de espías en el cine.
En “Kingsman: El Servicio Secreto”, no es al Agente 007 al que interpreta, pero sí a un superespía con reminiscencias de aquél: impecablemente vestido, lleno de gadgets y más que dispuesto a utilizar su licencia para matar.
“Me parece recordar haber conocido a uno de los directores de Bond hace muchos años, pero nunca hubo alguna señal que se estaban fijando en mí, no realmente. Ahora tengo esto en su lugar; creo que es una oportunidad de dejar mi propia huella aquí”, explica Firth en una entrevista proporcionada por 20th Century Fox.
La película, que le significó a Firth más escenas de acción que las que ha rodado en toda su vida, es la adaptación del comic “Secret Service”, de Mark Millar.
La dirige Matthew Vaughn, experto en el escritor, y quien ya llevó al cine su historia “Kick-Ass”.
Colin da vida a Harry Hart, sofisticado espía que decide reclutar para el programa de entrenamiento de su agencia a un conflictivo chico (Taron Egerton), mientras un genio de la tecnología emerge (Samuel L. Jackson) y amenaza la paz mundial.
Para dar la talla de su personaje, el oriundo de Hampshire tuvo que cambiar su físico: tres horas al día, durante seis meses, se puso en las manos de un entrenador y de especialistas en combate y armas.
“Hubo muchos momentos en que, después de un día especialmente pesado, mientras me curaba las heridas y los golpes, me preguntaba por qué había asumido un papel de acción en una película de espías”, confiesa el histrión.
“Seguro los entrenadores pensaron: ‘¿En qué nos metimos?’, ‘¿va a progresar?’, ‘¿tiene la disciplina, la fuerza, la aptitud?’. Pero la mera persistencia puede hacer cosas posibles. Ciertamente lo intenté. Mi espíritu tuvo la voluntad”.
“Kingsman: El Servicio Secreto”, costó cerca de 80 millones de dólares y ha acumulado 157 millones de billetes verdes hasta este fin de semana.
Colin Firth deja huella como espía
Al igual que muchos actores británicos, Colin Firth, ganador del Óscar por “El Discurso del Rey”, soñó durante mucho tiempo interpretar a James Bond,