En la semana Internacional de la Mujer, la cantante Lupita D’Alessio reflexionó sobre el papel de las madres solteras que se esforzaron en sacar a sus hijos adelante, por lo que le dedicó su concierto en el Auditorio Nacional a todas las mujeres presentes y anunció una nueva fecha para el próximo 7 de mayo.
“Somos consentidas de Dios, se dice que somos frágiles como un vaso y es verdad. Quiero darle gracias a Dios porque me permitió pisar este escenario nuevamente y tener un público tan lindo como todos ustedes, muchas gracias por venir”.
“Abrí mi corazón y soy víctima de mis propias decisiones, pero cuando conocí a Dios me di cuenta que me dio conocimiento, sabiduría, me enseñó a pedir perdón y a agachar la cabeza; las mujeres tenemos esa capacidad y mucho más para tener un corazón limpio y volvernos a enamorar porque se puede”, argumentó en un concierto de poco más de hora y media de duración que cerró con “Mudanzas”.
Todo comenzó cuando salió al escenario con un vestido largo brillante y negro a las 20:42 horas para interpretar “Lo siento mi amor” seguida de “Leona Dormida”, tal como la cantante es apodada.
“Buenas noches Auditorio Nacional”, saludó al ponerse una mano en el corazón. “Estamos muy felices de estar aquí de nuevo, qué lindos. Falta mucho por cantar”, aseguró antes de “Es un peligro”, que pertenece a su último disco Cuando se ama como tú, grabado después de un largo periodo de ausencia en los estudios.
Una grúa con una cámara se movió por el recinto, indicando que el show será grabado mientras la intérprete continuó su repertorio con una rítmica y llena de aplausos “Engañada por ti”.
Acompañada de 10 músicos y dos coristas, bromeó con el hecho de ser abuela, por lo que se cansa más después de acordes de temas como “Ya no regreso contigo” o el popurrí de temas ochenteros como “Punto y coma”, “Vieras cuantas ganas tengo” y “Juro que nunca volveré”.
Los gritos y ovaciones recibidas la conmovieron casi hasta las lágrimas: “Los amo, muchas gracias”, repetía mientras lentamente el público se iba poniendo de pie ante sus ojos llenándola de júbilo y emoción.
Junto a su público cantó su éxito “Ni guerra ni paz” para dejar el escenario a su hijo Cesar D’alessio mientras ella se cambió de vestido a uno color carne con adornos negros para volver al tono de “Qué ganas de no verte”.
Honrando a Juan Gabriel siguió el momento ranchero con “La diferencia” donde puso algunos pasos de baile para dar pie a “Inocente pobre amiga” y “De parte de quien”.
La recta final del show la hizo divertida, pues varias veces se quitó el micrófono para dar hincapié a groserías que complementaron el mensaje de canciones como “Ese hombre”.
Tocando una silla de madera y jugando con ella puso voz a “Acaríciame” y “Mentiras” que daban paso al cierre de su presentación, pero ante el pedido del público volvió a un encore con el tema “Te estás pasando” a las 22:23 horas.

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