José Luis Perales comparte su ‘Calle Soledad’

Después de una larga ausencia de los escenarios el cantautor español José Luis Perales regresó a esta ciudad con su gira “Calle Soledad”.
“Muy buenas noches a todos, ya era hora de regresar aquí después de cuántos años… ya hasta he olvidado la cuenta, estoy feliz de estar con todos ustedes aquí en León”, expresó el artista al inicio de su recital.
Los boletos se agotaron para su presentación en el Teatro Doblado, algunos cuantos llegaban a las taquillas con la esperanza de encontrar un boleto, pero no tuvieron la suerte de ver a este artista que tiene en su historia más de 50 millones de discos vendidos y 100 discos de oro y de platino.
Sencillez y talento caracterizan al cantautor español que cautivó nuevamente al público leonés; vestido de manera sobria y con una sonrisa en el rostro compartió sus canciones al mismo tiempo que contaba anécdotas de su vida, situaciones que lo llevarían a componer temas que desde hace algunas décadas y hasta la actualidad han sido emblemáticos en el mundo del romanticismo.
En la intimidad del concierto y la comunión entre cantante y espectador, las voces se convirtieron en una sola con temas como “Morir por ti” tema con el que inició el concierto para seguir con “Me llamas” y  “Quisiera decir tu nombre”.
“Cuando yo escribía para otros artistas, de pronto a alguien se le ocurrió que yo podía cantar, soy tímido, yo no quería hacerlo y menos porque un ejecutivo me dijo: ‘como cantante no me gustas nada’, imagínense en aquel tiempo se escuchaban grandes voces como Vicente Fernández, Rafael por mencionar algunos.
“Después ese mismo ejecutivo me miró y me dijo: ‘y así como que de imagen… no sé lo mejor sería hacerte unos arreglitos’, porque guapo yo no era, yo simplemente creí en mis canciones y de ser el patito feo decidí cantar canciones como ésta”, relató e inició con los acordes de Amada Mía”.
Después de este tema, Perales compartió que al ser pequeño él veía a una pareja caminar frente a su casa todos los días, así sucedió por muchos años hasta que un buen día ella comenzó a pasar sin él, caminando y hablando sola, detrás de ella muchos niños veía correr, y entonces fue que los muchachos del barrio le llamaban loca; el público emocionado coreo con el artista esta conocida canción.
Durante el concierto algunas fanáticas le gritaban piropos y le enviaban rosas, el público en general no dejaba de darle muestras de cariño entre aplausos y gritos, mismos que el cantante agradeció con sonrisas y complaciéndoles.
“Mi Soledad” fue el tema en el que en total silencio el público escuchó decir al cantante que durante su niñez fue muy solitario y buscaba estar siempre a solas en el desván, detrás de su casa y en el campo y que fue ahí en esos momentos en donde surgieron la mayoría de sus canciones que fueron, son y seguirán siendo un éxito.
Los temas que le siguieron fueron “Y tú te vas”, “Breve como la luz”, “De navegar por ti”, “El hombre y la sirena”, “Celos de mi guitarra” y “Sí”.
A mitad del concierto el cantante hizo una pausa para sentarse en una silla sobre el escenario y con una luz sobre él, mencionó al público cómo fue su primera canción: “Recuerdo que estaba yo en mi trabajo, era un ejecutivo, y en la radio sonaba con mi primera melodía, nadie sabía que era yo, pues no estaba tan seguro de que funcionara como para olvidarme de ser ejecutivo, de pronto un día mi jefe me dijo: ‘José Luis qué acaso ese que canta no eres tú’, y conseguí muy rápidamente un disco de oro, gracias León porque nunca me cerraste las puertas”.
Presentó a cada uno de los 7 músicos que lo acompañan en esta gira y agradeció a cada uno de ellos por ser parte de este viaje.
Siguieron los temas “Para Manuela Samaritanas del amor”, “Por qué te vas”, “Canción de otoño” y “El amor”.
Por último José Luis Perales eligió la esperada canción “Y cómo es él”, para despedirse del público leonés quienes al verlo retirarse del escenario empezaron a pedir otra canción.
Minutos más tarde el cantante regresó al escenario y cantó, “Te quiero” tema con el que se abandonó el recinto y agradeció por tanto cariño recibido.