Érase una vez una familia que confió en el amor para cumplir todos sus sueños.
La tropa Lascuráin llegó a León para divertir a casi tres mil personas en el teatro Manuel Doblado y declararles que “Mi corazón es tuyo”.
La adaptación de la historia original de “Ana y los Siete”, convertido en telenovela “Mi corazón es tuyo”, conquistó una vez más los pequeños corazones que desde temprano entraron al teatro con corazones brillantes, bien peinados y listos para gritarle a Ana Leal (Silvia Navarro): ¡Te queremos Ana!.
La obra producida por Alejandro Gou y Juan Osorio, rescata valores como la comunicación, la unión y la confianza. Además de tener un mensaje de apoyo al programa Bécalos, el que busca minimizar la deserción escolar.
Juan Pablo Gil y René Casados fueron los actores que no viajaron con la puesta que continuará de gira hasta el próximo mes de mayo.
Todo el equipo dirigido por Mauricio Pichardo llegó a la ciudad después del medio día, Paulina Goto subió fotografías a su Instagram desde donde saludó a sus fans leoneses.
Los pequeños con sus padres llegaron al lugar caracterizados como algunos de los personajes de la telenovela. Inquietos, la emoción disminuyó cuando después de las 6 de la tarde las luces se apagaron y se levantó ‘el corazonudo’ telón.
La tierna Luz (Isabella Tena) tomó un gigantezco libro entre sus piernas y leyó un cuento al lado de Fanny (Paulina Goto), Nando (Polo Morin), Alicia (Isadora Vives), Sebastián (Emilio Osorio) y los gemelos Alex y Guille (José Pablo y José Manuel Alanis).
“Érase una vez la bella Ana, la que tuvo que bailar en el Chicago para poder sobrevivir y conocer a un apuesto príncipe”.
Ana (Silvia Navarro), lució ataviada en un vestido de tul mientras Fernando (Jorge Salinas) llegó montado en un caballo de trapo.
Mientras, Isabela (Mayrin Villanueva) apareció como toda una malvada: ropa entallada, máscara de maléfica y una manzana en la mano
Los gritos de los niños inundaron la sala: “¡Ana!, ¡Ana!, ¡Bésalo Ana, bésalo!”
La historia en esta ocasión se basó en las vacaciones de Ana y la necesidad que los niños tienen sobre ella; con chistes, gritos y mucha emoción, el cuento fue bien recibido por los pequeños que intentaron tomar una imagen.
“¡Disculpe señora, pero la niña no puede tomar fotos!”, imperó una edecán del teatro, a petición de la producción de la obra.
Las travesuras de los gemelos, el hastag, las ocurrencias de Manuela (Beatriz Morayra) y el cuerpo de ‘Nando’ fueron algunas de las cosas más divertidas de la obra.
Las niñas llevaron pancartas, cartulinas con mensajes hacia Polo Morin, él sólo recibió los piropos y agradeció los gritos de las adolescentes emocionadas.
A las 7:23 de la tarde comenzó un intermedio de 15 minutos, tiempo en el cual se invitó al público a adquirir una fotografía de 300 pesos, con parte del elenco de la obra.
A las 8:12 de la noche, la historia llegó a un final feliz con las ocurrencias de Manuela (Beatriz Morayra) y el amor como triunfante.
Con cinco canciones, infinidad de aplausos e incontables risas, los niños quedaron satisfechos.
Uno a uno, los personajes encontrar una armonía entre sus vidas; por fin el vacío que dejó su madre al momento de su muerte fue llenado por Ana, la trabajadora, transparente y sencilla mujer que no sólo se ganó el corazón de un hombre, sino la confianza y amor de siete pequeños corazones.
Los actores se despidieron del público, una que otra adolescente brincó hacia el plató del teatro para abrazar a Polo, él sólo recibió los abrazos y agradeció el apoyo.
A la salida, los vendedores aprovecharon el furor de los pequeños y vendieron hasta en 80 pesos pequeñas libretas, alusivas al espectáculo, además de pulseras en 50 y hasta 100 pesos.
Para asistir a este espectáculo muchos padres acudieron al cochinito para hacer felices a sus pequeños, ya que en esta salida gastaron casi mil pesos en un solo niño.

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