Ni aún con la perspectiva de protagonizar una película de acción consigue motivar a Salma Hayek lo suficiente como para ir al gimansio.
La actriz detesta ejercitarse porque considera que correr detrás de su hija Valentina de siete años, fruto de su matrimonio con el empresario Francois-Henri Pinault, es rutina más que suficiente para mantenerse en forma.
“No me gusta hacer ejercicio, pero sí que intenté ponerme lo más en forma posible antes de rodar ‘Everly’. Cuando te pasas el día cuidando de tu hija también haces un montón de deporte, así que me las arreglé bastante bien”, aseguró la actriz a la revista Total Film.
Aunque en la vida real es una mujer muy familiar que divide su tiempo libre entre su carrera profesional y su trabajo social, Salma disfrutó enormemente interpretando un personaje tan violento.
“Siempre es emocionante dar vida a una mujer dura. Las mujeres podemos ser muy duras aunque no lo demostremos muy a menudo. Este tipo de historias resultan muy inspiradoras para todo aquel que se haya sentido frustrado y dominado o que se haya encontrado en una situación abusiva de la que no sabía cómo escapar”, añadió.
Salma Hayek odia hacer deporte
La actriz detesta ejercitarse porque considera que correr detrás de su hija Valentina es rutina más que suficiente para mantenerse en forma.