¡Ama hacer reír!

Pocos son los artistas que reciben una ovación de pie en el Teatro Manuel Doblado. Es que, hacer reír es una de las cosas más difíciles en el medio del espectáculo.
El actor y conductor Adrián Uribe, saltó de la televisión al teatro para celebrar más de dos décadas de carrera; de luchar contra la corriente, de reinventarse y ganarse la vida como comediante.
Como parte de su gira “El nuevo show de Adrián Uribe”, presentó un espectáculo innovador que dejó asombrados a los más de mil 900 asistentes (según datos de los organizadores) que acudieron a las dos funciones.
Tras más de 20 minutos de retraso (en la función de las 7 de la tarde), el público mostró impaciencia por medio de aplausos, minutos después se escuchó la famosa frase: Tercera llamada…¡comenzamos!
Un ‘clown’ tomó por sorpresa a quienes ocuparon los lugares en la orilla de las filas F, G e I… ¡Les quitó su lugar!, el que les regresó segundos después; a otros más les lanzó palomitas y hasta tuvo tiempo de tomarse una selfie con los ocupantes de las filas A a la D.
El ‘clown’ (un homenaje de Uribe a su inicio como payaso) se fusionó a una pantalla de una tableta electrónica, desde donde destapó a personajes como Poncho Aurelio, Chema Montes, Carmelo, Paulo El Mirrey, Serapio Treviño de la Garza y El Vitor.
Por dos horas, la gente lanzó la risa con sátiras políticas, chistes que incluyeron algunos escenarios de la ciudad y el impacto de internet en la vida cotidiana.
“Antes hacíamos retenes con el alcoholímetro, ahora vamos a hacer uno que sea el celulímetro y checar cuándo fue la última conexión al ‘whasa’ (sic)”, exclamó Poncho Aurelio.
La corrupción, el bullying, la homofobia, el reciente fracaso de la Selección Mexicana, el escape del ‘Chapo’ de la cárcel del Altiplano, además de la picardía mexicana, fue parte del menú que ofreció el famoso a sus comensales.
Acompañado de la actriz Lina Radwan y Alex Durán (quien se hizo famoso como el personaje del hijo de Jaime Duende en el programa “Incógnito”), Adrián mostró el resultado de seis meses de trabajo y de su reinvención como profesional de la risa.
El tiempo se va como agua entre los dedos cuando existe la diversión, y ésa fue la opinión en común entre asistentes como Marcelo Castro: “Me invitaron a verlo y ahora confirmo que fue la mejor inversión de mi tiempo. El show está muy bueno”, comentó el hombre sentado en zona preferente.
Carmelo fue uno de los más ovacionados, con su manera amanerada de pedir respeto para todos los gays: “No se hagan, si de aquí nos exportan al mundo”.
El plato fuerte se lo llevó también el piloto terrestre: ‘El Vitor’, quien bajó de su micro 69 con número económico 669Sex, para lanzar chascarrillos que llevaron a destapar las risas más extrañas.
“¡Chale!, no deberían venderles perfumes a las feas, porque a veces uno nomás voltea a lo tarugo y te llevas una sorpresa cuando volteas”.
Después de las 9 de la noche, la presentación terminó con el aplauso de los presentes y unas palabras de Adrián.
“¡Qué bonito!, me van a hacer llorar mi hermoso público. Este aplauso es repartido para todos mis compañeros, para la gente que está atrás, el sonido, las luces, que se parten ‘el queso’ para estar aquí. Es una bendición poder vivir de lo que amamos, ¡muchas gracias por haber venido!, al empresario de Guadalajara que creyó en nosotros y nos acompaña”, finalizó.