Ubicada en la colonia Rivera, dentro del departamento con el número 410 de 60 metros cuadrados, la familia de Plácido Torres Turrubiates Aguado demostró a los leoneses el valor de la familia.
“Una Familia de Diez” volvió a la ciudad tras una ausencia de siete meses.
Como parte de su exitosa gira, producciones Ortíz de Pinedo mostró a su elenco estrella, y demostró porqué fue la ganadora a Mejor Comedia del Año y del Premio de la Crítica.
Minutos antes de las 7 de la tarde, las luces se apagaron en el Teatro Manuel Doblado, el telón rojo se elevó y aparecieron Plácido (Jorge Ortíz de Pinedo) y Renata (Laura Luz), su mujer.
Poco más de 900 asistentes (a la segunda función la asistencia fue similar) aplaudieron el primer acto, que descubrió la escenografía responsabilidad del propio Jorge Ortíz de Pinedo. Unas pinturas rupestres (que más bien eran manchas), un sofá del siglo pasado (a punto de deshacerse con el viento) todo ubicado en el Barrio más peligroso de la ciudad.
“¿Cómo te fue mi vida?” -preguntó la mujer- “¡Mal, mal!, a mí siempre me va mal”,respondió el acongojado esposo, víctima de las desgracias.
Poco a poco los personajes aparecieron: La Nena (Fátima Torre), la hija de la hipocondríaca Licha (María Fernanda García), quien estaba a punto de ganar un Récord Guinness por más síntomas de enfermedad. El homenajeado abuelo Arnoldo (Eduardo Manzano), quien duerme en una alcayata en la pared, al puro estilo vampirezco.  Cada uno con singular alegría y humorismo lanzaron chistes sobre la economía, los tamales y hasta los escapes de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Uno de los personajes que se ganó al público fue Plutarco (Ricardo Margaleff), el sietemesino que se tropieza por todos lados, y que  encontró en Gaby (Daniela Luján) a su doble femenino.
Plutarco reflejó las barreras a las que se enfrenta un hombre de 24 años recién casado, enamorado, sin casa ni trabajo.
En el primer acto llegó Tecla (Jessica Segura), quien con su caracterización de una simpática pueblerina, mostró las barreras a las que se enfrenta la gente de Provincia en una Capital. Martina (Mariana Botas) y Aldolfo (Moisés Iván Mora) llegaron por sorpresa y el público los arropó en aplausos. Ella con deseos de realeza, él con un look de hippie que provocó la sorpresa de la familia.
Los problemas aumentaron, las necesidades aún más, con cada actuación y expresión corporal, las risas rebotaron entre el Teatro. A la función asistieron fans de la serie que se transmitió hace más de una década en el Canal de las Estrellas.
Tras un intermedio de ocho minutos, los artistas tomaron un respiro para continuar con los últimos dos cuadros escénicos. Para ese entonces la familia de Plácido era un disparate y sus integrantes ya serían diez con cuatro más en camino.
El clímax encendió el interruptor de todo tipo de emociones: la empatía, risa y hasta la pena.
Por dos horas, esta ‘Familia de Diez’ fue espejo de lo que pasa en muchas familias mexicanas: la falta de ingresos, segregación de los adultos mayores, la de oportunidades para los jóvenes y hasta la planificación familiar. El mensaje principal fue que, ante todo, la familia siempre quedará unida ante los golpes de la vida.

Pide Jorge mejoras en el Doblado

Tras el término de la primera función de “Una Familia de Diez”, Jorge Ortiz de Pinedo lanzó una petición a las autoridades del teatro Manuel Doblado.
“Si alguien tiene oportunidad de conocer al director de cultura, dígale de esto ¡por favor!. Uno como actor no oxigena igual con la falta de aire acondicionado. Es una pena que teniendo un teatro tan bonito no tenga aire acondicionado, no se vale que con la renta que se cobra. A mí me falta un pulmón (risas).
“Ojalá si alguien tiene contacto con el gobierno les digan lo que pasa en este hermosísimo teatro, que ustedes tienen derecho a disfrutar de las funciones. Les agradezco por haber venido. ¡Gracias!.”
Durante toda la función (que duró más de dos horas), los actores transpiraron y se secaron con pañuelos. Los asistentes de zona preferente utilizaron un abanico para soplar en su rostro. Las puertas que dan acceso a los camerinos se abrieron para que circulara el aire.
Promotores de espectáculos que acudieron a la función, coincidieron en que al teatro le hace falta mantenimiento.
“Antes tenían uno (aire acondicionado), pero hacía mucho ruido y los actores no se escuchaban. Es un problema viejo, que no se ha arreglado. El teatro cobra más de 50 mil pesos de renta”, comentó la fuente entrevistada.
Por parte del Instituto Cultural de León se admitió que actualmente el Teatro Manuel Doblado opera con muchas carencias de mantenimiento.
Al interior del organismo encargado de la cultural dijeron estar apenados por la situación, y explicaron que esta situación es por falta de presupuesto.
“Históricamente el recinto ha carecido de una partida especial para su mantenimiento y es una situación que se está trabajando por revertir. Hay la confianza de que en esta segunda mitad del año el teatro cumpla su meta de recaudación y pueda contar con recursos para atender lo más urgente”, se indicó.
La fuente consultada agregó que será en apróximadamente dos meses, cuando se podrá arreglar esta situación.
A propósito, en el informe de la cancelación del Festival Internacional de Arte Contemporáneo, se señaló que “realizar el FIAC este año habría demandado (…) aplazar necesidades urgentes de equipamiento en nuestros recintos”. 

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