Para motivar a Mia, su primogénita, de 14 años, Kate Winslet recita cada mañana un mantra junto a ella.
“Me paro ante el espejo y le digo a Mia: ‘Somos muy afortunadas de tener una figura, de ser curvilíneas y de tener un buen trasero’. Y ella me dice: ‘Mamá, lo sé, gracias a Dios’. Está dando frutos”, declaró Winslet en el programa Running Wild with Bear Grylls, de la NBC.
La actriz, de 39 años, afirma que lo hace para que Mia no tenga inseguridad ni sufra ataques como le ocurrió a ella en su adolescencia. Además, dijo que creció con austeridad.
“Fui víctima del bullying en la escuela. Era rechoncha, siempre tenía pies grandes, los zapatos equivocados, cabello feo. Una niña me trató particularmente mal”, dijo la ganadora del Óscar y el Emmy, quien se topó con esa chica después de alcanzar el éxito con Titanic, en 1997.
“Ella trabajaba en el mostrador de belleza en una tienda. La abordé y le dije: ‘Quiero darte las gracias por ser una perra tan horrible, porque todo me hizo mucho más fuerte'”.
Winslet agregó que durante su infancia y juventud nunca escuchó un solo elogio hacia su imagen o figura de parte de otra mujer, sino que todo lo que le decían era negativo, lo cual le afectó.