“El lugar más peligroso del mundo”, asegura un cartel de “Everest” que luce una inquietante imagen del coloso montañoso.
Y así lo testifica la historia real en la que está basado el filme del islandés Baltasar Kormákur que hoy se estrena en los cines de la ciudad en formatos 4DX y 3D.
Protagonizada por Jake Gyllenhaal y Jason Clarke, narra la tragedia ocurrida en el monte Everest el 10 de mayo de 1996, en la que ocho alpinistas fallecieron debido a una tormenta.
La vida real de  Rob Hall se retrata en esta historia, el alpinista, tras su fallecimiento, dejó a su esposa Jan Arnold embarazada y sola con su dolor.
Desde entonces mucho ha pasado. Su hija, Sarah, se convirtió en el motor de su vida, y el drama que vivió su esposo sirvió para filmar “Everest”.
“Creo que la primer aproximación (para llevar la historia de los alpinistas a los medios) ocurrió cuando Sarah tenía entre cinco o seis meses de edad. Todavía era 1996, y era demasiado pronto. Mucha gente se acercó para tratar de contar la historia a través del cine, pero no entendía qué tenía que ver yo en el proceso, ni tampoco cómo iban a poder ayudar el resto de los familiares de los otros alpinistas fallecidos (siete en total, más el esposo de Jan)”, dijo Jan en una entrevista publicada por El Informador.
El paso de los años le ayudó a la también doctora a tomar una decisión. Y es que la lucha de su esposo y otros alpinistas por sobrevivir a la adversidad merecía ser homenajeada en la pantalla. “Con el tiempo sentí que era demasiada responsabilidad contar la historia, y hacerlo bien”, agregó.
Por su parte, el director, dijo en el reciente Festival de Cine de Venecia: “Los hice sufrir mucho, pero no herirse”.
Empeñado en ofrecer al público un vértigo en 3D lo más parecido posible al que proporciona hallarse a miles de metros del suelo, Kormákur trasladó a su reparto hasta Katmandú y llegó a filmar cerca del auténtico campamento base del Everest.
Sin embargo, como se sostiene en la película, “esta montaña siempre tiene la última palabra”: la altura pasó factura a parte del equipo y el rodaje se marchó a las Dolomitas italianas. El alivio debió de ser relativo: allí filmaron secuencias en un glaciar a 3 mil metros y 30 grados bajo cero.
“Cuanto más tires de la realidad, más la transmites”, defendió Kormákur, que completó Everest en los estudios de Cinecittà y Londres.
“Tenemos una responsabilidad enorme al recrear algo que realmente ocurrió”, añadió Gyllenhaal, que se reunió con los hijos de Scott Fisher, su personaje, para entender mejor a quién interpretaba.

Vea tráiler de “Everest”

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