Los Tres Tristes Tigres lograron este año cifra récord de visitas por todo el país, pero en Navidad harán una pausa para celebrar con la familia.
Durante su paso por la ciudad el pasado 9 de diciembre, Pedro Palacios, Erick Ibarra y Chuy Gallardo platicaron con am sobre la Navidad, Santa Claus, su familia y cómo pinta el 2016 dentro de sus planes.
“Volveremos al escenario hasta el 3 de enero. Esto lo decidimos porque la gira empezó los últimos de octubre y seguimos en noviembre, y no hemos parado, más que los lunes hemos descansado.
“Por este medio queremos dar las gracias a toda la gente que ha gustado de nuestro show, esta gira estuvo bastante intensa y ya el cuerpo requiere un descanso para ofrecer lo mejor, porque la gente no tiene la culpa de que tengamos tantos shows antes o después, cada show es el más importante y así queremos seguir”, dijo Pedro.
Para el trío lo más importante es pasarla con la familia en esta fecha tan especial.
“Lo celebramos siempre con la familia, los tres estamos acostumbrados a estar con la familia ya sea el 24 o el 25 de diciembre, porque de los contrario, no te apoyan, así que tratamos de estar presentes en ese aspecto”.
SON UNOS TRAVIESOS

¿Quién no recuerda las velitas navideñas, junto a esas ganas de escurrir la cera entre los dedos? Los Tres Tistres Tigres hicieron algunas travesuras de pequeños.
“En cada posada derretía las velitas y trataba de llenarme de cera; a veces le echaba cera a mis primas, pero después descubrí que se echaba a perder la ropa”, reveló Palacios.
“Yo sólo correteaba con las luces de bengala a los primos”, contó  Chuy. “Yo a los sobrinitos les regalaba una pistola grande,  regalos de broma”, agregó Erick.
Aunque los pucheros que realiza Chuy en el escenario reflejan el niño que vive en él, lo cierto es que los tres guardan esa inocencia propia.
“Una vez estaba muy aguitado porque en una posada todos los niños tenían una lamparita para pedir posada e ir cantando en las calles. Yo me agarré llorando porque no tenía una y recuerdo que un tío me hizo una con un bote de leche, le hizo unos agujeros por los lados, le puso una vela, la pegó y la amarró, todos tenían sus lámparas de antorchitas y la mía era especial, era más fregona y esa Navidad fue una de las mejores”, platicó Pedro.
NO LLEGA SANTA CLAUS

Chuy Gallardo recuerda que vivía en la angustia cada 24 y 25 de diciembre.
“Cuando íbamos a celebrar la Navidad en la casa de mis abuelitos, yo lloraba porque si me iba, Santa Claus no me iba a encontrar, entonces cada 25 era una tristeza”.
La sorpresa inundó por primera vez al pequeño Erick, quien descubrió en la azotea sus regalos.
“Me acuerdo la primera vez que Santa Claus me había traído algo, para mí era una ilusión muy grande, pero más por la curiosidad de pensar: ‘¿Cómo llega Santa Claus?’. Mis tíos y papás se ponían de acuerdo para decirnos: ‘¡Ya va a venir!’. Así que cuando ellos nos decían, nos íbamos a la parte de arriba de la casa y ya estaban todos los juguetes. Me acuerdo que era una ilusión bien padre, porque Santa había llegado”.
Tras el ponche, la cena y los villancicos, el cauce laboral tomará su rumbo para el 3 de enero, tiempo en el que los artistas recorrerán nuevamente el país.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *