Ante un público ansioso de ver al grupero del momento, Gerardo Ortiz apareció en el Palenque de la Feria hasta las 12 de la noche, cuando ya era jueves.
Una inusual entrada con música electrónica y luces multicolores marcó el inicio ante los gritos del público cuando escucharon las primeras estrofas de “El Cholo”.
“Gracias a toda la gente por estar aquí, ¡Échele pariente! Un saludote a toda la gente de León, esta noche vamos a complacerlos con todas las canciones que quieran, que se escuchen esos gritos”, fueron las palabras de bienvenida de Gerardo Ortiz.
Aunque el compositor es considerado uno de los precursores del llamado “movimiento alterado” y ha sido vetado en otros estados del país por sus corridos, la velada transcurrió tranquila. La gente llegó con sus mejores atuendos; vestidos con botas y camisas de cuadros, disfrutaron de cada uno de los temas y convirtieron los pasillos del Palenque en una pista de baile.
Él, ataviado en botas negras, jeans, camisa blanca y un sombrero, se hizo acompañar de una banda y un grupo norteño. Fueron cerca de 20 músicos en la escena con acordeones, batería, percusiones y guitarras eléctricas, lo que le dio un toque alternativo al género grupero.
Ortiz demostró tener una gran voz al interpretar más de 50 canciones que en su mayoría se han colocado en el número uno de las estaciones de radio. Alternó corridos y baladas como “El amigo”, “Mujer de Piedra”, “Serafín”, “Fuiste mía”, “¿Cómo?” y “Quién se anima”.
Ortiz iba y venía en el redondel del Palenque, al tiempo que la gente aplaudió todo el tiempo sus canciones.
“Mañana voy a conquistarla” y “Me emocionas”, fueron las canciones que sonaron fuerte en el Palenque ante un público de todas las edades.
Sus seguidores corearon temas como “Tal como eres”, “Millones de besos”, “Morir o existir”, “Escuela de rancho”, “Hola corazón” y “Mono verde” y aún con tanta complacencia, pidieron más y más al cantante.
Las parejas no dudaron en pararse a bailar con temas clásicos como “El Pávido Návido” y “La Loba del Mal”, inclusive quienes fueron solos, se animaron a invitar a la improvisada pista a las chicas deseosas de baile.
El oriundo de Pasadena California se tomó fotografías con quienes se acercaron al redondel, además brindó y correspondió el cariño. “Complaciendo a todas las damas de esta noche y agradeciéndoles su presencia”, afirmó Ortiz.
“Fuiste mía”, “Solo vine a despedirme”, “Archivos de mi vida”, “La última sombra”, “Eres una niña” y “Aquí les afirmo”, fueron las últimas baladas y el momento idódeno para que una mujer se colara hasta el redondel para bailar con Ortiz.
“El mandilón” y “Dámaso” fueron los corridos finales que interpretó, y a pesar de que Ortiz no se quería ir del escenario, el reloj marcó las 3 de la mañana y tuvo que finalizar el show dando una última vuelta al redondel.