Con Alejandro Fernández el tiempo se mide en canciones, y este fin de semana no importó cuántas sonaron.
El cantante consintió a sus seguidores, que una vez más abarrotaron su presentación en el Palenque 2016… donde literalmente respondió a la petición de “otra, otra y otra…”.
Uno que otro mariachi se pudo ver en los pasillos del Centro de Espectáculos (CEFEL) mucho antes de que el show iniciara, presagio de una buena noche.
Las jugadas pasaban y las butacas se llenaban con gente impaciente por ver al hijo del ídolo de la música ranchera. Pasada la medianoche las ansias ya eran muchas.
Fue hasta las 12:34 de la madrugada que la presencia del Mariachi al centro, antecedió a la histeria que provocó la entrada de un “Potrillo” en traje de charro negro y con un look “relamido”.
“Ay amor”, “Qué bueno”, “Avísame”, “Que seas muy feliz”, “Si tú no vuelves”, “Piel de niña”, “Así como soy, yo soy”, formaron el popurrí que precedió a “Que digan misa”.
El CEFEL quedó a oscuras pero los asistentes ya estaban más que deslumbrados cuando comenzó a sonar “Qué voy a hacer con mi amor”, ya entrados en nostalgia, expresaron “Qué lástima”.
“Muchísimas gracias por todo su cariño, estamos muy contentos de estar aquí con ustedes en este escenario que es tan importante, una de las ferias más importantes que hay en toda la República Mexicana, sin duda.
“Siempre que vengo aquí me tratan como en casa, ¡es mi casa! Esperemos que se pasen una noche increíble, con quien vengan, esperamos que sea maravilloso, que se olviden de todos sus problemas, esta noche la pasaremos espectacular… pero lo más importante: ¡León”, dijo para repetir su ya tradicional saludo.
“Mátalas” puso a bailar a todos, y una chica especial aprovechó la atención del cantante para regalarle un ramo y de paso ‘adornarle’ el traje con una de las rosas.
Del baile se pasó a la demencia con “Loco”, desde sus lugares los asistentes la dedicaban a señas.
“Estuve”, “Hoy tengo ganas de ti”, “Cascos ligeros”, “No”, pusieron el sentimiento que vendría con las mujeres que enloquecieron cuando el cantante bailó sensualmente “Sin tantita pena”, para luego pedir a aquella persona “No lo beses” y “Me cansé de rogarle”.
“Deje la cervecita, y arriba todos, arriba León”, ordenó el cantante para acompañarse por todos con “Caminos de Guanajuato”.
“Nadie simplemente nadie”, “Tu amor me hace tanto bien”, “Te amaré”, “Nube viajera”, “No se me hace fácil” y “Te voy a perder”, también fueron parte del set list.
El ‘zapateado’ regresó con “Canta corazón”, “Unas nalgadas” y “Serenata hausteca”. Para cuando llegó “Niña amada mía” un hombre burló la seguridad y se aferró a Fernández por 15 segundos.
“Me dediqué a perderte”, “Es la mujer”, “Si tú supieras”, “No sé olvidar” y “Como quien pierde una estrella”, tenían en el éxtasis a hombres y mujeres, quienes a las 2:21 vieron al ídolo irse de su vista.
Con bebida y celular en mano el público pedía el regreso. Desde el interior “Se me va la voz” se reconoció, rechiflidos y aplausos se desataron.
“Abrázame” y un popurrí con éxitos de su célebre padre fueron coreados: “Las llaves de mi alma”, “Por tu madito amor”, “Mujeres divinas”, “Me voy a quitar de en medio”, “Para Siempre”, “Hermoso cariño”, “Estos celos”, “Acá entre nos” y “De qué manera te olvido”.
Pareció ser apenas el ‘arrancón’ para los asistentes, para quienes la hora no importó, querían más. “Mi gusto es” y “Perfume de gardenia”, fueron parte del banquete.
Algunos no aguantaron y se fueron, pero el recinto permaneció casi como inició, repleto.
“¡Otra, otra, otra!”, se escuchaba. “Un puño de tierra”, “Contigo aprendí”, llenaron la petición.
Eran las 3:17 de la madrugada cuando Alejandro anunció, por cuarta vez, su salida, para ahora sí desaparecer de escena. Los asistentes “perdonaron” el retraso en la noche en que pareció que ni el mismo “Potrillo” quería parar de cantar.