El Servicio de Inteligencia Británica colaboró con la escritora J. K. Rowling para evitar que los fans se enteraran de la muerte del director de Hogwarts, Albus Dumbledore, antes de que se publicara y llegara a las estanterías el libro “Harry Potter y el Misterio del Príncipe”.
Ante la gran expectativa mundial que había en 2005 por este título, cuyo momento climático era el deceso del legendario director de la academia de magos a la que asiste el protagonista de la saga, la dependencia elaboró un plan de vigilancia con la autora y la editorial.
“Hubo que armar un operativo de seguridad que incluyó a perros guardianes y presencia policial permanente (en talleres de impresión y distribución) porque la gente estaba tratando de robar el manuscrito de la editorial”, reveló a medios británicos Nigel Newton, director ejecutivo de la editorial Bloomsbury.
Agentes del Servicio de Inteligencia Británica apoyaron a Rowling con constantes monitoreos en la red para saber si alguien había filtrado algo, dado que la autora había denunciado que había descubierto en varias ocasiones a personas hurgando entre su basura.
Independientemente de vigilar a la escritora y su familia, el operativo consistió en dar con las falsas versiones del libro que llegaron a subir y, principalmente, en supervisar el manejo del material original.
Hubo un periódico local que, mediante un reportero trató de sobornar con 5 mil libras esterlinas en efectivo a unos trabajadores de impresión con tal de hacerse de una copia.
Afortunadamente, destacó Newton, el plan fue un éxito, no se pudo filtrar la muerte de Dumbledore y “Harry Potter y el Misterio del Príncipe” fue un éxito editorial.
Todas las entregas de la serie de Harry Potter han vendido más de 450 millones de copias a nivel mundial.
Inteligencia Británica protegió trama de Harry Potter
El Servicio de Inteligencia Británica colaboró para evitar que los fans se enteraran de la muerte de Albus Dumbledore antes de que se publicara el libro “Harry Potter y el Misterio del Príncipe”.