Vicente Fernández sonríe. Está emocionado, también nervioso, pero firme con la idea de decir adiós.
No ha sido fácil. En varias ocasiones ha confesado que extraña el aplauso del público, el cual diariamente lo visita en su casa, el Rancho Los Tres Potrillos, y que con sus muestras de cariño le alimentan ese corazón, que palpita fuerte a punto de entonar sus éxitos por última vez esta noche, en el Estadio Azteca.
La gente le sigue aplaudiendo. No quiere que se vaya, pero Chente, como todos lo llaman de cariño, muy en el fondo sigue pensando en ello, pero es un hombre de palabra y también sabe que debe descansar al lado de su familia. Confiesa que está listo para ofrecer su último concierto frente a quienes lo han apoyado por más de 50 años de carrera.
“Estoy muy contento, pues podré regalarle a mi público, familia y amigos un concierto que estoy preparando con todo el corazón, con todo mi cariño. Va a ser una noche muy especial para mí”, comparte.
Desde el pasado domingo, el Azteca ha tenido a cientos de trabajadores montando el gran escenario que enmarcará el Adiós de un Grande, como lo han nombrado al recital.
“He estado muy al pendiente de cada detalle; quiero que sea una noche que todos disfrutemos mucho”, asegura El Charro de Huentitán, quien desde hace un mes ha incrementado su actividad en las redes sociales, pues no se cansa de compartir con casi 6 millones de seguidores imágenes, testimonios, mensajes y videos.
Como la primera vez
El intérprete de “Para Siempre” se las sabe de todas, todas.
En más de cinco décadas de trayectoria, a sus 76 años, ha pisado cualquier escenario que puedan platicarle, desde un entarimado en alguna fiesta hasta el más imponente, como la Monumental Plaza de Toros, en la Ciudad de México, o el Madison Square Garden, en Nueva York, entre muchos otros.
Pero lo que vivirá hoy no se compara con nada. Cumplirá esa promesa que lanzó en febrero de 2012, cuando anunciaba su gira internacional por Europa, Centroamérica y Sudamérica, y también su retiro artístico. Llegó ese momento y no hay marcha atrás.
“Te mentiría si digo que no he estado nervioso y con muchos sentimientos, pero al final todo es mucha emoción. Han sido muchos años dedicados al público y quiero cerrar con este concierto cuando todavía tengo voz, y gracias a Dios tengo salud”, afirma el papá de Vicente, Alejandro, Gerardo y Alejandra, quienes lo acompañarán esta noche, además de su inseparable esposa, Cuquita.
¡Será inolvidable!
Como buen anfitrión, Vicente Fernández no quiso adelantar detalles de lo que ha preparado para su despedida, incluso hay cosas que ni siquiera él sabe, pues su oficina y su casa disquera, Sony Music, lo quieren sorprender.
“No les voy a revelar las sorpresas. Lo que sí les puedo decir es que la vamos a pasar muy, muy bien”, dice Chente.
Sin dudarlo, cuenta qué es lo que más disfrutará de su último concierto.
“El aplauso del público y su cariño; ese es mi mejor regalo y mi mejor recompensa”.
Esa velada histórica quedará plasmada en un DVD y también en un programa especial que próximamente transmitirá Televisa.
¡Cumplió su sueño!
Fernández nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán El Alto, en el estado de Jalisco.
Pasó la mayor parte de su niñez en el rancho de su padre, Ramón Fernández, en las afueras de Guadalajara.
Siempre dijo que su sueño de ser artista se realizó gracias a su madre, Paula Gómez de Fernández, quien lo impulsó a aprender música folclórica y lo llevaba al cine, otra de sus pasiones con la que finalmente pudo debutar como protagonista de “Tacos al carbón” en 1971.
En 1954, a los 14 años, ganó un concurso amateur de una televisora en Guadalajara.
En 1966 CBS México (hoy Sony Music) lo contrató y Fernández grabó “Perdóname” y “Palabra del Rey”, sus primeros éxitos y hasta hoy, ha mantenido una gran carrera.