“Star Trek Sin Límites” ofrece a partir de hoy en los cines atracciones para todo tipo de cinéfilos: acción y mucho humor, así como una interesante evolución de los personajes para los “trekkies”, los fans más fieles de la saga.
En la tercera entrega, el Capitán Kirk (Chris Pine), el Comandante Spock (Zachary Quinto) y la Teniente Uhura (Zoe Saldana) tendrán que trabajar por su cuenta.
Lo que empieza como una misión de rescate para la tripulación del USS Enterprise termina en una catastrófica invasión de la emblemática nave, con miras a aniquilar la Federación Unida de Planetas, ejecutada por una extraña raza comandada por su líder, Krall (Idris Elba).
Impedir el triunfo del mal obligará al equipo a actuar individualmente; hecho que pondrá a prueba su talento, valor y fuerza.
“No fue fácil volver a revivir nuestros roles con el mismo sentido de conexión e integridad. Estuvimos alejados de la saga un tiempo, en locaciones todo el tiempo y con un nuevo director (Justin Lin).
“Pero fue una experiencia magnífica. Logramos superar todos los retos que se nos presentaron. Justin es genial y Vancouver estuvo maravilloso durante el rodaje”, comentó Quinto.
Para Saldana, en los filmes anteriores, su rol estaba definido por su relación sentimental con Spock. Pero en esta ocasión hubo una clara separación entre los dos.
“Siento que la evolución de Uhura ha sido gradual, pero bien natural y me siento muy cómoda. Me encanta que le dieron un giro interesante con su romance.
“Eso le da la oportunidad de brillar, de existir afuera de la relación con su pareja. Aunque sabemos que Kirk y Spock son las estrellas, los demás fortalecen la película y sin ellos perderíamos una gran mitad”, comentó la actriz, en su reciente visita a México.
Simon Pegg interpreta al ingeniero “Scotty” y coescribió el proyecto. Poner a tono cada uno de los roles fue un reto que día a día se complicaba, al grado de seguir redactando cuando ya estaba por terminarse el rodaje.
“Como fanático de Star Trek, traté de escribir la cinta que me habría gustado ver. Empezamos a trabajar en enero de 2015, filmamos a inicios de junio y nunca paramos de hacerlo.
“Siempre surgen cosas en el set, la presión fue un poco difícil pero, una vez que empatamos el calendario con el guión, dimensionamos nuestra labor. Fue un trabajo inacabable”, precisó.