“A los tiranos no se les apacigua, a los tiranos se les enfrenta”… sentenció alguna vez Enrique Krauze en torno a aquel encuentro entre Donald Trump y Enrique Peña Nieto, que, como jugarreta del destino, es similar a lo que pasó hace más de 76 años, detrás de las puertas de Dowing Street.

Como parte de su gira nacional, “3 días en mayo” llegó al Teatro Manuel Doblado, de la mano de los actores: Sergio Zurita (Winston Churchill), Héctor Bonilla (Neville Chamberlain), José Carlos Rodríguez (Lord Halifax), Fernando Bonilla (Jock Colville), Pedro Mira (Clement Attlee), Miguel Conde (Arthur Greenwood), Nicolás Sotnikoff (Paul Reynaud) y Juan Carlos Beyer (General Dill).

“3 días en mayo” es una puerta en el tiempo para mostrar los tres días más cruciales de la historia británica, cuando Adolf Hitler parecía apoderarse del mundo y el camino a la negociación por la paz, parecía la única salida.

Desde las 5 de la tarde, la gente se alineó para entrar al recinto; entre el público se vieron políticos, estudiantes y maestros, quienes disfrutaron del thriller político escrito por Ben Brown.

Dirigidos por Lorenza Maza, uno a uno, los histriones entraron en escena y desde ahí, abandonaron sus cuerpos para dar vida a los personajes históricos, que mostraron el curso que tomaría el mundo en ese lluvioso y a veces cálido, mes de mayo.

En el primer acto se discute un posible pacto, cuyo intermediario será el italiano Benito Mussolini; la mesa política se integra por el Primer Ministro Churchill, el ex-primer Ministro y líder del partido Conservador; el ministro de Asuntos Exteriores; el Secretario de Churchill y los miembros del Partido Laborista.

Gran Bretaña está lastimada, tras el penoso incidente de Múnich -donde Neville Chamberlain fue traicionado en su intento de paz con Hitler-, Winston Leonard Spencer Churchill se enfrenta a un ajedrez político, y medita la decisión ir o no, hacia un pacto hacia la paz.

Churchill se enfrenta a una disyuntiva, y la oposición de algunos miembros del gabinete, sin más, el estadista más importante de la historia, decide pelear y mantener la frente en alto: “Moriremos peleando con los alemanes, luchando por nuestra patria”.

Como el ex primer ministro, Héctor Bonilla demostró el control de la escena; sin dejar atrás a Sergio Zurita, quien como Churchill resultó todo un agasajo, tal como lo reconocieron algunos de los más de mil 600 asistentes a las dos funciones.

La historia brinda un mensaje de pasión, identidad y amor por la patria, la lucha por el territorio aunque éste conlleve a la muerte. También del aprendizaje del pasado y cómo éste debe servir de guía para tomar las desiciones del futuro.

La puesta es producida por la sociedad artística sinaloense, que cuidad cada detalle, desde el vestuario, iluminación, animación y vídeo.

Al final, el público aplaudió de pie a Héctor Bonilla, y a Sergio Zurita, quien con este trabajo cumple 25 años de dedicarse a la actuación.

Los leoneses llevaron el trabajo escénico más allá del teatro, con la pregunta: ¿Te imaginas que hubiera pasado sino lo hubieran enfrentado?, tal vez no existiríamos”, dijo una mujer a su pareja.

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