El sabroso sonido de Jesús Aguaje Ramos y su Orquesta Buena Vista calentó la primera noche mágica del Festival Internacional del Globo (FIG). 
Qué mejor que el cubano para celebrar los XV años del festival, cuya noche arropó a poco más de 3 mil personas (en la zona de conciertos). 
Desde las 6 de la tarde, el público apartó lugar para ser parte de la noche más caliente en pleno frío; las condiciones climatológicas impidieron que los globos se elevaran en su eje, y al contrario, sólo se dio una muestra de los poderosos quemadores. 
Después de las 7 de la tarde, se dio la indicación a los pilotos de comenzar la danza de combustión, que provocó la grabación de decenas de celulares.
Con el aire que robaba hasta las ideas, llegó el momento de dar la bienvenida al talento principal de la noche. 
“¿Quieren ver a la Orquesta o quieren ver a Alex Kaffie y Cecy Gutiérrez (invitados)”, dijeron los conductores. 
La gente sólo pedía a la banda estelar, y sin más, el maestro Aguaje subió con sus músicos para invitar al baile con los sonidos de la isla cubana. 
Después de las 8 de la noche, la Orquesta Buena Vista presentó una de las primeras, “El Cuarto de Tula”, enseguida, el maestro Aguaje tomó el micrófono y apoyó en los coros. 
Estos músicos, celebraron más de dos décadas de dedicarse a propagar el sonido cubano, por lo que el repertorio de esa noche (más de dos horas) se dedicó completamente a los fundadores de este sonido: Buena Vista Social Club. 
“¡Buenas noches mi México, queremos que disfruten esta noche!”, dijo el maestro Aguaje. 
En Cuba, ‘Aguaje’ signfica travieso, y bajo ese concepto toda la banda se unió para presentar lo mejor de su repertorio. Rolando Luna llevó la batuta del set, que se aderezó con los sonidos de la cantante Sahily María Godoy. 
El aporte de la orquesta es presentar la música cubana tal como fue concebida, sin dejar de lado, las características que la han llevado a mantenerse en el gusto de miles de melómanos. 

¡A bailar!

A pesar del frío y del fuerte viento que comenzó a sentirse, la gente se dispuso a bailar, sacudirse la flojera y ejecutar su mejor cha cha cha, danzón, la música mostró lo mejor de muchos mundos. 
Los sonidos de Benny Moré, Bola de Nieve, además del homenaje a Osvaldo Farrés y Compay Segundo, fueron el fuerte de la noche.  
El show, fue un poco la continuación de la gira del adiós de Buena Vista Social Club del año pasado. 
“Danzón de Santa Lucía”, “El Carbonero”, “El Platanal de Bartolo” y “Chanchullo”, fueron una de las más importantes de la noche. 
Uno de los maestros, mostró su virtuosismo con la mandolina, la que acompañaron con tambores.
Después de dos horas, llegó el momento de decir adiós, no sin antes agradecer el apoyo y prometer volver a la ciudad, lo que se dará de inmediato, pues el próximo 26 de noviembre se presentarán en un conocido lugar de salsa de León.

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