Los músicos tienen un nuevo favorito en Guanajuato.
Desde hace algunos años se ha corrido la voz sobre Testa Estudio, lugar en donde Mon Laferte, Pato Machete, Enrique Bunbury, Rubén Albarrán (Café Tacvba), Enjambre y recientemente el productor estadounidense Steve Albini, acuden para inmortalizar sus ideas.
En entrevista con am, Víctor Velázquez KB contó su historia dentro de la música, la que dijo, fue por instinto, la única conexión con su ahora profesión la encontró con su abuelo.
“Toda la familia de mi papá era del D.F. (Ciudad de México), y la única conexión que encontré fue un piano que tenía mi abuelo; en sus tiempos fue amigo de Agustín Lara y ahí era donde hacían sus ped…”, platicó entre risas.
A los 17 años KB (apodo que le pusieron por el tamaño de su cabeza), grabó su primer demo bajó la influencia de Nirvana, Led Zeppelin, Pixies, entre otras clásicas.
“Había una banda en León que se llamaba Decíbeles, y Jaurégui nos grabó y para nosotros fue como ¡wow!, nos está grabando el de Decíbeles, fue una gran experiencia. Nuestro nombre fue ‘Las reliquias del abuelo’, mi maestro de guitarra nos puso así, porque teníamos puros amplificadores viejos. Eso era lo que había, todo eso llegó gracias al Monte de Piedad, porque era para lo que nos alcanzaba, todos éramos vecinos, súper niños”.
De su vieja banda sólo KB siguió con la música, uno de los integrantes se volvió arquitecto, otro piloto de helicópteros y vive en Dubai, otro es empresario y uno más sigue en la industria musical.
“Yo nunca paré de tocar, de aprender, de comprar cosas. Nunca me imaginé poner un estudio. Hubo una carrera que pasé de noche, Químico Farmacológico, en lugar de poner atención, yo escuchaba los sonidos, veía al maestro y decía: ‘¡Órale!, que bien suena este cuarto’. Pasé los exámenes, acabé y tan tan; al final de la escuela siempre llegaba a la casa y grababa con las cosas que tenía y así me la pasé”, compartió.
SIGUE LAS SEÑALES
Víctor decidió dedicarse de lleno a la música por influencia de su amigo Víctor Funes ‘El Gerber’ (Románticos de Zacatecas), con quien tocaba.
“Salí de la carrera, trabajaba como Químico y lo que ganaba compraba equipo de grabación, sin tener la pretensión de un estudio, me gustaba y tan tan. Gerber venía llegando de España, se fue un año para allá y me dice: ‘We, salte de la química, puedes vivir de esto, allá en Barcelona conozco a gente que puede vivir de esto’. Así que, lo hice, me animé y ya”.
“Pusimos un estudio con algunos miembros de la banda; me clavé con poquitos micros, cosas, grabando como Dios me daba a entender y calándole. Me fui a San Isidro (Colonia) a otro lugar y con Gerber me quise asociar, lo pusimos y empezaron a caer más bandas. Ahí duramos 8 meses, con músicos como (Jonathan) Pierre, Zain, Uriel (Ohm), quisimos hacer como un laboratorio musical para ofrecer lo que mejor podíamos, en ese estudio duramos también poquito y estaba a una casa del actual (Colonia Azteca). Me dediqué a rentar equipo, después la casa nos la quitaron y yo estuve a punto de vender todo el equipo”.
Sin casa para operar y las ganas por debajo del suelo, el fin del proyecto se veía venir.
SALVADO POR ‘ALBINI’
“Tenía a un amigo en el Seguro (Social) que tenía un puesto chidillo y le dije: ‘¡Ya valió esto, méteme al Seguro, voy a vender el equipo’. Para ese momento yo ya había conocido a Steve (Albini), y este estudio no lo puse porque quise, todo se dio, la vida me orilló a ponerlo”.
KB recordó una plática con Albini, donde le propuso instalar un estudio con las mismas características que él usó para trabajar con figuras como Jimmy Page (Led Zeppelin) o incluso Nirvana.
“Él (Albini) es extremadamente abierto en todo sentido; hay una historia de un chavo que le mandó una carta hace 20 años diciéndole que quería construir un estudio, se tardó tres semanas en responderle, y que cuando lo hizo, recibió un sobre, ¡eran los planos de un estudio!; él es así, te ayuda demasiado, le preguntas: ¿Cómo grabaste a Kurt Cobain?… ¡Te dice! ¿Cómo grabaste a Jimmy Page? También… está muy cab… Yo ya tenía esa teoría y de ahí me recomiendan construir el estudio, pero ¿con qué dinero?”, recordó.
Con la ayuda de su familia y amigos, KB levantó Testa hace cuatro años.
DE BOCA EN BOCA
Acerca de cómo fue que Testa ganó prestigio, KB responde que tal vez fue por la publicidad de boca en boca.
“En el primer estudio grabé a una señora de Chiapas, no supe cómo, pero empezaron a llegar. Venían bandas de Irapuato, en el segundo empezaron a llegar más y más. En el tercer estudio empezaron a venir muchas bandas de Ciudad de México, Cancún, ahí fue donde grabé a Mon Montse (Laferte), no pensé que llegara a ser inalcanzable”.
“Lo que más recuerdo de Montse es que canta muy cab… canta súper bien; en su grabación usamos como 5 días de estudio, grabamos toda la música, y las voces al final. Ella se aventaba 1 ó 2 tomas, grabarla fue muy rápido.
“Con Bunbury, llegaron todo un equipo de personas, 30 para ser exactos, se trajeron ¡hasta el baño!, tenían camerinos, todo. Recuerdo que la mayoría eran músicos de Jarabe de Palo, estuvo muy chido trabajar con ellos. De entrada Bunbury me dijo: ‘Tú no te vas a quedar con nada de info, éste es mi ‘bisne’. Yo le respondí que sí. Grabaron unas cosas, ensayaron, y se lo llevaron, no supe de estos archivos. No es buena onda, pero tampoco es mam… es educado y ya; fue raro verlo cotorreando, ver todo eso para mí fue surreal”, platicó.
EL FUTURO
Sobre el futuro del estudio, KB consideró que se mantendrán debido a la experiencia.
“Hay a quienes les interesa un tpo de sonido, vivir una experiencia, en D.F tenemos muchos estudios, pero la experiencia Testa es súper diferente, porque vas a un lugar que está en medio de una carnicería, una frutería, nada que ver. Llegas y te graban con puros micrófonos viejos, ademá del costo, le cobré igual a Bunbury como a todos los chavos que vienen a grabar. Aquí se quedan a dormir, abajo tengo un minidepa, ahí se quedan, hay camas, salas, refrigerador”.
El que fuera un salón de fiestas, ahora es el centro de operaciones de decenas de bandas.
“Cuando vino Steve (Albini) lo primero que me dijo fue que el estudio tenía personalidad”.