“Nomás llego a León y diluvia”…
Que mejor noche que una combinada entre la Big Band Jazz, el sabor a vino y la sensual presencia de Susana Zabaleta.
“Quiero que haya más lugares así, donde uno pueda hablar de amor, de política y disfrutar de la buena música…de la lluvia, ¿ya sintieron que rico está lloviendo”, inició la artista.
La veracruzana visitó una de sus ciudades favoritas, por invitación de Ernesto Ramos, director de la Big Band Jazz de México.
Antes de las 8 de la noche, cerca de 200 asistentes llegaron al Salón Quijote. Después de la interpretación de cantantes como Víctor Carré, quienes regalaron melodías que se inmortalizaron en la voz de Frank Sinatra, José José y más, llegó el momento cumbre después de las 9 de la noche.
El espacio intimista permitió a los asistentes vivir la experiencia completa con Susana, quien se dedicó a ‘chulear’ a la ciudad, criticar a los políticos y algunos cobardes en el amor.
“Cuando me piden venir a León sí vengo, cuando me piden venir a otro lado, pues no, a lo mejor les cuesto más, soy más cara”, expresó con una sonrisa.
Zabaleta se acercó con sus fans, y ellos vivieron una noche como la que se vive entre amigos en la sala de la casa: luces ambarinas, el olor a tierra mojada, después de la lluvia que cayó a las 8 de la noche.
“Yo no soy así”, “Piensa en mí” “Me importas tú” y “Veneno” de su última producción “Como la sal”, fueron parte del completo repertorio.
Una de las características de Susana, es su apertura y que habla claro sobre cualquier asunto, en esta ocasión la política y el amor, ocuparon sus palabras.
“¿Y usted maestro, de quién está enamorado?…¡¿Cómo me responde que de la vida!?, ¿quién se lo madr….?!. es que es hijo de mami”, expresó.
Una carta sobre la libertad de amar, llevó a más de uno a respirar y agradecer por la persona que tenían al lado.
“Apaguen la tele y volteen a ver a la reina que tienen al lado.
“Así que salud a todos, yo no tengo con qué brindar, pero denme una copa de vino porque son como 7 años de esa madre de la mala suerte”, comentó.
La Big Band Jazz intepretó junto a Susana, canciones que se han convertido en clásicos y que llevan a agradecer por los gratos momentos.
Para la mitad de la noche, Susana se paseó entre el público, les cantó al oído y coqueteó con uno que otro hombre que acompañó a su mujer.
“¡Lo tienes muy agarrado, no te lo voy a robar chiquita, déjalo respirar poquito!”.
Después de hora y media de plática, buenos recuerdos y agradecer la hospital leonesa, la cantante y soprano se despidió de su público, no sin antes dar un espacio a los fans y desde el backstage saludarlos.
Susana es una de las famosas más versátiles del espectáculo, y que más piropos provocó esa noche, no sólo de parte de los hombres, sino de las mujeres que reconocen su empoderamiento dentro y fuera del escenario.