México.- La cantante Noelia se decidió y compartió con sus miles de fans la enfermedad que padece desde hace 15 años, vitíligo, un mal que provoca la pérdida de pigmentación de la piel en el cuerpo.
El vitíligo ocurre cuando las células productoras de pigmentos mueren o dejan de funcionar.
La empresaria e influencer compartió con sus 1.4 millones de fans en Instagram que recibir este diagnóstico la dejó devastada, pues es el resultado de estrés, bullying y sufrimiento por los malos momentos que vivió en el pasado.
Al inicio, la puertorriqueña, hoy de 41 años, no lo aceptó, pero al final comprendió que las manchas que le causa la enfermedad son más bien cicatrices y pruebas de Dios para ella.
Hoy hace 15 años que la vida me puso ante una de las pruebas más difíciles de mi existencia. Hace 15 años mi corazón caía en mil pedazos… al ver sucumbir mis sueños, mi trabajo, mis esfuerzos y mis ilusiones ante la peor canallada que una mujer puede sufrir”, escribió Noelia en redes sociales.
Meses después de tantas lágrimas, tanto estrés y tanto sufrimiento y tanto bullying del que fui objeto, mi cuerpo comenzó a pagar el precio del estrés y los nervios, desarrollé con el pasar del tiempo una enfermedad, ciertas partes de mi piel comenzaron a perder su color”, agregó Noelia.
Noelia, devastada ante diagnóstico
La actriz y generadora de contenido para OnlyFans agregó que después de consultar con especialistas, asustada, recibió la fuerte noticia de que su sistema inmunológico había desarrollado la enfermedad llamada vitíligo.
Muy asustada recibí la noticia de que mi sistema inmunológico a causa de mi condición extrema de los nervios y tanto estrés había desarrollado una enfermedad que se llama vitíligo”.
Al ver que su padecimiento aumentaba, la intérprete de “Tú” y “Candela”, un día tuvo oportunidad de compartir con alguien que muy positivamente enfrentaba la vida y le sacaba jugo a cada momento “aún teniendo en frente de su destino cáncer terminal, Dios la tiene en su gloria, una guerrera”.
Yo creo que Dios algo hizo en mi porque comprendí que esas manchas en mi piel eran cicatrices de las pruebas y las lecciones que Dios puso para mí. A partir de ese momento supe que mi obligación ante la vida es ser agradecida y feliz con lo que tengo con las bendiciones que se me han dado y los talentos que Dios me entrego.
Al final, Noelia dijo que ahora el vitíligo y ella son amigos, ha aprendido a convivir con el.
Una mancha más, una mancha menos no me hace menos ante los ojos de Dios y el universo”, finalizó Noelia.