Estados Unidos.- El potrillo de México, Alejandro Fernández, se armó de valor y se defendió de los “haters” que tanto lo han hostigado a través de redes sociales, en esta ocasión las críticas y agresiones se centraron en su apariencia física.
Esta vez el cantante regional mexicano no se volvió tema por sus canciones, conciertos o por las emotivas palabras que siempre le dedica a su padre arriba del escenario, sino porque estalló contra los que se dicen sus seguidores pero solo lo atacan.
El cantante vernáculo subió una fotografía a su cuenta oficial de Instagram para invitar a sus fans a seguir de cerca la gira que lleva por Estados Unidos, donde comparte escenario con su hijo, Alex Fernández, la cual acompañó con el texto: “Rumbo a Chicago, allá los espero”.
Sólo bastó una línea para desatar la ira de los usuarios quienes se lo acabaron, pues entre los comentarios se pueden leer tanto buenas respuestas como ataques, que al pasar el tiempo fueron creciendo, dividiendo opiniones entre sus seguidores.

En los comentarios del post del cantante de “Como quien pierde una estrella”, se puede leer: “Que deteriorado se ve”, y Alejandro no se quedó callado y la puso en su lugar con: “Un espejo pa la ñora jajajaja”, comentó irónicamente.
Además, el hijo de Vicente Fernández se defendió de otro usuario que le dijo que ya se veía muy gastado: “Te está comiendo la vida rápido Alex, ánimo, siquiera péinese”, señaló.
Pero no se quedó todo así, sino que más adelante Alejandro Fernández estalló y puso:
Quisiera verte en gira, con presiones personales para ver cómo te verías tú. Es muy fácil juzgar, pero lo raro es que jamás se ponen en el lugar de uno o sentir empatía. Pero al menos estoy en pie de guerra y cumpliendo”, respondió de forma contundente.
De momento Alejandro Fernández, quien dijo que era fácil juzgar y resaltó que él está de pie cumpliendo a su público hispano en Estados Unidos, continuará junto a su hijo la serie de presentaciones en el país del norte, la cual se extenderán hasta el próximo 24 de octubre, con colosal cierre en Phoenix, Arizona.